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Libros de ayer y hoy
Amo
Normalmente odiamos muchas cosas. Solemos odiar los lunes, los días lluviosos, al presumido de la oficina de al lado, hasta la antagonista de una novela que solo está representando un papel.
Pero, ¿qué le parece si hacemos un ejercicio en vez de decir o pensar, – odio tal o cual cosa- ? Digamos entonces:
– «Amo a Dios y a su creación entera.
Amo toda la belleza y los elementos que Dios ha creado.
Me amo a mi mismo, porque al hacerlo me valoro y tengo amor para dar a otros.
Amo al prójimo.
Amo a mi mi esposa (o) porque es mi compañera (o) de vida.
Amo a mis hijos por ser un regalo de Dios.
Amo a mis padres porque me dieron la vida y el sustento mientras lo necesité.
Amo a mis abuelos por todo el amor y dulsura que me prodigaron.
Amo a mis hermanos por que son parte del racimo de amor, fruto de mis padres.
Amo a mis tíos, primos y sobrinos, porque llevan mi sangre.
Amo a mis amigos por que son mis alter egos, mis otros yo.
También, amo a mis enemigos, aunque no es fácil amarlos, pero eso fortalece mi voluntad.
Amo a mis mascotas y en general a toda la flora y la fauna.
Amo mi trabajo que me da sustento y me permite mantenerme y crecer».
¿Qué tal se sintió después de haber hecho ésto? Bien ¿verdad? Pues sería bueno que lo repitiera, al menos, una vez al día y, toda su vida mejorará y será más feliz.
(El autor es docente de la UAG).
***
– ¡Viejo!
– ¿Qué?
– ¿Sabías que te amo?
– Y ¿ahora qué quieres que te compre?
¡¡¡PLOP!!!