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Libros de ayer y hoy
Amistad
“La amistad se da entre iguales”, dice Aristóteles en su Ética Nicomaquea.
– Se objetará: ¡Nadie es igual a otro! Ya lo dice el principio de identidad: «Todo ser es idéntico a sí mismo».
A lo que se refiere el filósofo es a esa semejanza que hay entre dos o más personas.
Así sí, hay amistad.
Entonces ¿Puede darse la amistad entre un pobre y un rico? Difícilmente. ¿Puede darse la amistad entre un tonto y un muy inteligente? No. ¿Entre un ignorante y una persona muy culta? Pues, tampoco.
Habrá cierta caridad por parte de la persona o personas que están en un nivel superior respecto al otro.
En el caso de quien carece habrá interés por recibir, del que tiene, lo que se necesita, pero, amistad genuina, no.
El amigo es el alter ego el otro yo. Está muy claro, si no hay otro idéntico, quien más se asemeje a mi persona, ese podrá ser un amigo.
Un amigo verdadero es alguien que tenga una semejanza social, intelectual, cultural y hasta económica.
Hoy en día se abusa del término amigo y a todo mundo se le dice amigo, por una parte está bien.
Nos hace acercarnos a otros en son de paz.
Sin embargo cuando, se trata de una verdadera amistad, ahí la cosa cambia.
Seguiremos en estos días reflexionando sobre la amistad. (El autor es docente en la UAG).
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– ¿De qué escribiste hoy?
– De que la amistad se da entre iguales.
– ¡Ya decía yo, que tú y tus amigochas: son iguales!
¡¡¡PLOP!!!