De seguro jugaba plácidamente, como juegan todos los niños de su edad. A su mamá, se le hizo tarde. Cuando llegó por ella a la escuela, otra mujer se la había llevado para no volver jamás.

La pequeña de siete años, Fátima, vivió la peor de las atrocidades. Primero, alejada de sus padres, luego violada, torturada y asesinada. Arrojada a una bolsa como basura -literal-.

Y ¿cuántos niños no han sido vejados, violados y asesinados? En nuestro país, según fuentes periodísticas consultadas, diario mueren 3.6 niños y adolescentes por violencia.

Lo anterior no es ya posible permitirlo. Una sociedad que no cuida a sus niños está condenada a desaparecer.

El caso de Fátima ha conmocionado a la mayoría de los mexicanos, gente de bien. Gente que trabaja todos los días y se esfuerza para llevar el sustento a su casa con su labor diaria, con el sudor de su frente.

Y, esta gente de bien está expuesta a todo tipo de atrocidad. La -autoridad-, término que viene del latín “augere” y significa: “hacer crecer”. Pero ¿qué hace crecer, si no, a la delincuencia, al mal, a la violencia?

Todo eso es necesario castigarlo, para tener orden. Nadie deja una conducta delictiva, solo por convicción, por inspiración. La autoridad, que representa a la ley debe ejecutar su poder para ordenar. Sin orden, la sociedad se desmorona, sucumbe.

-Sí, son seres humanos-, pero, los delincuentes, más que respeto a sus derechos, debe impartírseles justicia. Ésta, no es, mas que darle a cada quien, lo que se merece. Si mataste, violaste, torturaste, no obtienes aplausos ni abrazos. Mereces lo que hiciste. Pero -eso es cruel, inhumano?- Y, ¿no es más cruel e inhumano lo que han hecho?

¿Cuántos violadores y asesinos hay en las calles? Lo mismo hay en las cárceles. Y, ¿de qué nos sirve que estén confinados en cuatro paredes si desde ahí delinquen? Lo mejor, sería la pena de muerte.

-¡Eres un salvaje medieval!-.

Estoy seguro de que unas cuántas ejecuciones a criminales en el patíbulo, sería un disuasivo. Pero, eso no va a pasar. Pocos se animan a hablar de ello. Sin embargo, la criminalidad, sí está imponiendo la Pena de Muerte a la sociedad.

En lo que va del sexenio van alrededor de 40 mil asesinatos. ¿No es Pena de Muerte al revés, la que nos están haciendo? Urge dar solución a esto.