
Genio y Figura
“Ser o no ser, ese es el dilema”, se preguntaba Shakespeare en su personaje, Hamlet. Muchas interpretaciones habrá, pero, al final de cuentas, se cuestionaba sobre un principio lógico.
Un político moderno dirá, “¿Ser corrupto o no ser corrupto?”. -Yo soy honesto, porque no robo a manos llenas, como otros-. -Bueno, aunque robes poquito, ya eres corrupto-. – U otros dirán: -Ser corrupto o no ser corrupto, ¡Ah, ¡qué fácil! –
Y es que los principios lógicos en cualquier materia en que los apliquemos no fallan. Un principio es el inicio de algo. En la ciencia de la lógica un principio es de donde se parte para alcanzar la verdad. De esa manera, podemos decir, que un principio lógico, es una verdad absolutamente evidente e irrefutable.
Por ejemplo, el Principio de No Contradicción nos dice: -Algo no puede ser y no ser al mismo tiempo y bajo el mismo respecto-. Ejemplo: O existes o no existes. O eres pato o eres ganso. No puedes ser las dos cosas al mismo tiempo.
Un principio parecido al anterior es el Principio de Tercero Excluido, este se expresa así: “Entre el ser y el no ser no hay término medio”.
Así podemos expresar: -O estás embarazada o no lo estás-.
-Bueno es que estoy poquito embarazada-.
-Entonces, lo estás. –
-Es que soy poquito corrupto-.
-Luego, ya lo eres-.
“Todo ser es idéntico a sí mismo”, nos dice el principio de identidad. “A es A”, también podríamos decir. “Este político es idéntico a sí mismo”. Esa es la verdad y no es ofensa.
“La política es la ciencia del bien común”; esa es su razón de ser. Bueno, el principio que rige que nada existe por casualidad es el Principio de Razón Suficiente. Este se expresa así: “Todo tiene una razón suficiente que lo explique”. ¿Incluso, la 4T? -Aunque usted, no lo crea-.
Otro principio lógico es el “Principio de Sustancialidad” que nos dice que todo cambio se realiza en una substancia. El paso del agua a gas se da en la misma agua. El paso de una persona honesta a político, perdón, a deshonesto, se da en la misma persona. La persona es la substancia (de sub abajo y stare, estar). La substancia de la Cuarta Transformación es México y todos los que conformamos este país. ¿Será para bien o para mal? – ¡Ese es el dilema! –