
Libros de ayer y hoy
Aspiracionistas de izquierda
La polémica continúa en torno a la descalificación que hizo el presidente López Obrador, sobre la clase media, con su ya famosa cita, que ha ingresado con letras de oro a la picaresca política de México: “Hay un sector de la clase media que siempre ha sido así, muy individualista, aspiracionista, que lo quiere es ser como los de arriba, sin escrúpulos”…
Sin duda la frase describe mucho de los que aquello que tantos autores de izquierda definieron como “ideología dominante”, es decir la internalización de los valores de la clase en el poder, dentro de la forma de ser y las aspiraciones de quienes no forman parte de esa clase dominante, pero aspiran a ser como ella.
Sin embargo, al margen de la nota de cabecera del Universal de ayer, en la que delinea como numerosos miembros del gabinete del ejecutivo pertenecen a esa clase media arribista y aspiracionista, la crítica presidencial se extiende peligrosamente hacia los territorios que él mismo pretende defender, los de la izquierda que pregona los cambios y las transformaciones.
Para casi todos los personajes que se asumen como “de izquierda”, la figura de Alejandro Gascón Mercado resulta icónica. Este luchador social nayarita vivió en carne propia la represión del régimen priista y fue despojado, mediante fraude electoral, muchos años antes de que López Obrador convirtiera el victimismo del fraude en bandera política, de una gubernatura popularmente alcanzada, pero arrebatada por el poder.
Gascón Mercado, amigo personal de Fidel Castro y con amplias credenciales en el politburó soviético, pudo enviar a sus hijas a Cuba y a la URSS, y una de ellas, quien me distingue con su amistad, estudió en la Universidad de Moscú, por recomendación del Partido Comunista de la Unión Soviética, ni más ni menos. No lo hizo en la Patricio Lumumba, que era el centro de adoctrinamiento socialista para los extranjeros de izquierda que iban a estudiar a la URSS. No, Don Alejandro le abrió, con sus relaciones, la puerta a la institución educativa en donde se formaban los propios líderes del Partido.
Ahora bien, el divisionismo de la izquierda, desde Bolches y Menches tiene una raíz histórica en el aspiracionismo por el poder absoluto que significaba el control del Estado. Stalin y Bezhnev son dignos ejemplos de esto. Sin embargo, el presidente López Obrador usó un arma de dos filos que bien pudiera sintetizarse con una afortunada frase de la hija de Gascón Mercado, que define la actitud aspiracionista de los líderes de izquierda: “contra la burguesía, hasta alcanzarlos”.
Basta con ver el mapa de residencia de los miembros del gabinete lopezobradorista: todos viven en las zonas fifí de la ciudad, que ya no gobierna Morena. Los aspiracionistas de izquierda ya han alcanzado los niveles de vida de la burguesía. El presidente escupió hacia arriba.
Los votantes de Morena viven en las zonas jodidas de la capital, que ahora, como todo el país se ha dividido. Ellos han puesto sus aspiraciones en la esperanza infantil de que sus líderes, que les representen, pero aún más, les han confiado una expectativa de mejoría económica, que por cierto jamás se dará a través de dádivas, y que por ahora sólo ha quedado en las manos de los aspiracionistas de izquierda.
Las opciones de hoy
a) Las clases medias han reaccionado con encono a la frase presidencial. Ya no hay elecciones en puerta, pero ese sector difícilmente apoyará y aprobará al presidente. ¿Le bastará a López Obrador con el apoyo de las masas populares?
b) Muchos medios, clasemedieros y burgueses, han reaccionado a la frase divisionista. Seguramente encontrarán eco en las clases medias, con el resultado arriba previsto
c) La frase se inscribe en contexto ideológico de un propósito económico, que tiene de depauperar a las clases medias, con el fin de alcanzar, mayores cantidades de pobreza y por lo tanto de clientela política.
d) Es una ocurrencia, con pretensiones de ser simpática, del titular del ejecutivo, su subconsciente se revela en una sobrexposición mediática…