
Dieciocho acciones para el Bienestar
Un juicio justo para Sandoval…
La profesora Ana Lilia López de Sandoval, esposa del ex mandatario nayarita, Roberto Sandoval Castañeda, emite una carta y lee su texto en un video, dirigidos al presidente López Obrador, para solicitar su intervención en torno a lo que califica como “una persecución” en contra de su familia, en particular de su esposo, el ex gobernador nayarita, y de su hija.
La profesora, aunque expresa que es sólo madre y nunca ha estado en política, muestra dotes y talentos de buena oradora, su intervención conmueve y su auto diagnóstico, una madre desesperada, hacen mella en el ánimo del receptor. Parecería que Andrés Manuel tuviera que ser un insensible y duro de corazón para desestimar esta solicitud.
La ex titular del DIF Nayarit responsabiliza al Gobernador en funciones, Antonio Echevarría García, de tal persecución y le hace cargo de la seguridad de su familia entera. Sin embargo, al margen de una madre desesperada cabe varias preguntas:
¿Sabía la Señora de Sandoval de las presuntas actividades ilícitas de su marido, acusado de varios cargos por la fiscalía de Nayarit? ¿Se benefició del presunto botín de uno de los cargos, corrupción, con que se acusa a su esposo? La fiscalía nayarita emitió la orden de aprehensión y solicitó una ficha roja en la Interpol, contra Sandoval y su hija, Lidy Alejandra Sandoval López, por la posible comisión del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
El juez que emitió la orden consideró que los actos atentan contra las finanzas públicas de la Entidad. Además, existe la presunción de que Sandoval estuviera vinculado con “personas que han sido detenidas en el extranjero, por delitos relacionados con la delincuencia organizada”, en particular con los cargos que enfrenta su ex-fiscal, Edgar Veytia, en la corte de Nueva York y por los que ya ha recibido sentencia.
Vistas así las cosas, la profesora López de Sandoval tiene todo el derecho de sentirse como una madre preocupada por la situación legal de su hija y de su esposo, y aún de apelar a la intervención presidencial. Lo que la maestra Ana Lilia no deja claro en su petición es si considera la gravedad de los delitos que se imputan a su marido como presunción de conductas delictivas de enorme repercusión social. Su discurso en video solamente reduce la pretensión del delito a una persecución política. Dada la cantidad de acusaciones que ha acumulado Sandoval, cuyas cuentas siguen congeladas por disposición de la autoridad, el alegato de la Señora de Sandoval no pasa de ser un desesperado recurso mediático, que de seguro tendrá poca respuesta en el ánimo del presidente de la República.
Lo que si coincide en el ánimo popular es que Roberto Sandoval enfrente un juicio, lo más justo posible…
Las opciones de hoy:
a) La solicitud de clemencia hacia Sandoval solamente exacerba una opinión pública, que mayoritariamente ha condenado al ex gobernador, aunque la justicia aún no lo ha hecho
b) La acusación hacia el Gobernador nayarita en funciones solamente fortalece su posición. La sociedad de esta entidad, y del país, vería con buenos ojos que se aplicara justicia a un ex gobernador, cuya fama de corrupto podría comprobarse en un proceso judicial
c) El alegato de la profesora va a contrapelo de la tendencia del régimen. López Obrador vería con buenos ojos la posible consignación de un ex gobernador priista. En tiempos electorales le viene muy bien a su proyecto