
Libros de ayer y hoy
Inflación
El proceso inflacionario se vendrá con fuerza en México, a pesar de lo que señale el discurso oficial. Ya sabemos que López Obrador desprecia, en su propaganda, a los indicadores macroeconómicos, como si hubieran sido inventados en el ITAM, pero ya sabemos también que la realidad parece mas terca que el propio presidente e impone su pesdada concreción en los hechos, mucho más allá que las palabras y las mañaneras.
Son varios los factores que habrán de incidir en el alza de precios en esta cuesta de enero: la actualización inflacionaria al IEPS en gasolinas, bebidas azucaradas y cigarros marca el arranque de la escalada de precios a productos de la canasta básica, de los cuales 23 vieron sextuplicados sus precios en un 15% promedio en 2020 respecto al 2019, lo que anticipa una cuesta de enero compleja, por demás atípica.
El anuncio hecho por el Gobierno Federal de este aumento de impuestos significará que pagaremos de IEPS en cada litro de gasolina Magna, $5.11; por litro de gasolina Premium, $4.31; en cada litro de bebida azucarada, $1.30 y por un cigarro, $0.51.
Si este incremento al precio de las gasolinas, disfrazado de aumento en el impuesto a las misma, no es una gasolinazo, habría que discutir seriamente si la realidad es concreta o meramente aparente. Este aumento al IEPS más el pago de IVA se convierte en una pesada carga fiscal para los consumidores mexicanos.
Esta actualización no es más que un aumento de impuestos, disfrazado, que generará una escalada de precios en la canasta básica. Hagan sus apuestas, veremos incrementos en frutas y verduras, medicinas, cárnicos, lácteos, panadería, confitería, abarrotes, cerveza, aseo personal, limpieza y transporte. El incremento real a las gasolinas, via el IEPS, encarecerá la producción, distribución y abasto de muchos productos.
Una mala señal, tan común a los tiempos del priismo, es que cuando se anunciaba que un producto, oficialmente, no tendría aumento de precio, era por sentado que tendría incrementos. El gobierno federal «garantiza» que no aumente la tortilla, habrá que ver si así es, o si este alimento, culturalmente básico para los mexicanos, también sufre una escalada de precios.
El escenario más probable es una espiral inflacionaria que seguirá horadando los monederos de las amas de casa y reduciendo su poder adquisitivo, abaratando la calidad de la manutención de las familias mexicanas.
Por si fuera poco, el aumento, al salario uniltaeral y propagandístico, totalmente ajeno al ritmo real del comportamiento de la economía, también tendrá un efecto inflacionario. El incremento al salario mínimo del 15%, que lo ubica de $123.22 a $141.70, es una medida que aplauaden las mayorías, completamente ajenas al comportamiento real de la economía, pero que quita certidumbre al clima de negocios en el país. Además que muchos empresarios, ya golpeados por la pandemia, ,aprovecharán la coyuntura para seguir cerrando sus negocios, llevando a más gente al desempleo.
Por si fuera poco, el rebrote de la pandemia afecta seriamente a la actividad económica y deja la recuperación en los discursos esperanzadores del presidente, que cada vez son más efectivos entre las grandes mayorías, y cada vez menos coherentes con los hechos de la realidad.
Asi vistas las cosas hay varias opciones:
a) López Obrador sabrá maniobrar su discurso para salir sin daño aparente, al menos hasta la celebración de los comicios. Cuando la esperanza sea rebasada por la realidad, ya será tarde…
b) El margen de maniobra del presidente se acota en tanto las masas resienten en sus bolsillos una contradicción entre el dicho y el hecho. Sin embargo, el presidente logra sacar adelante su proyecto electoral y retiene la mayoría del Congreso
c) Liderazgos emergentes saltan al escenario y hacen entender a las masas que el manejo económico es desacertado, con lo que la economía de tornará en política y pasará factrua al proyecto del presidente y de su partido…