¿Arte o negocio? ¡Globos de oro!
¿Soy yo nada más, o usted también percibe más anuncios de Morena que de otros partidos en la televisión?
Lo que comenzó como una observación durante el ocio del día de año nuevo, se convirtió en un ejercicio masoquista para monitorear los canales de la televisión abierta, y en especial, las pautas publicitarias, en cuanto noté que los anuncios de Morena tienen una avasalladora presencia en los cortes comerciales de cadenas televisivas, lo mismo en las estaciones permisionadas que en las concesionadas.
Claro que la tortura autoimpuesta fue mayor cuando tuve que soportar con estoicismo cortes auténticamente comerciales. Así que a la par que marcas de productos misceláneos, anuncios de medicamentos milagrosos y una buena cantidad de spots que promocionan juguetes, estuve a la caza de los anuncios de partidos políticos. Y me sorprendió apreciar la proporción de casi dos a uno en favor de Morena, ante sus adversarios.
Caba acotar que el anuncio está bien hecho, en términos de propaganda política. apela al discurso lopezobradorista y presenta al partido del presidente como una opción austera y honesta, dos de las claves con que cuenta en su capital político el líder natural de Morena. Así vistas las cosas, la estrategia de repetición, y consecuente penetración, seguramente tendrá un efecto reforzador, que antes de las campañas formales dará resultados en favor del partido oficial.
El problema radica en la contradicción del discurso, también oficial. El presidente ha insistido en que «No somos iguales», en que las cosas «ya no son como antes», y sin embargo, en materia de privilegios para su partido, todo parece igual al sistema priista, que le vio nacer políticamente.
Aquí algunas precisiones de corte legal. En el Reglamento de Radio y Televisión en materia electoral, el Artículo 7 Fracción 3 señala a la letra:
«El Instituto es la única autoridad competente para ordenar la transmisión de propaganda política o electoral en radio o televisión, para el cumplimiento de sus propios fines, de otras autoridades electorales federales o locales, de los partidos políticos y de los/las candidatos/as independientes de cualquier ámbito».
En el Artículo 8, fracción 3, indica:
«El tiempo que corresponda a los partidos políticos nacionales y locales se distribuirá de forma igualitaria en las emisoras. Se entenderá por un esquema de distribución igualitaria, aquel que procure un reparto del mismo número de promocionales en los distintos horarios de programación, en las estaciones de radio y canales de televisión en el periodo».
Si la percepción visual resulta en una desproporción de anuncios en favor de Morena, habría una flagrante violación a este artículo y «El Instituto» sería responsable de promover una competencia inequitativa y desigual en este proceso electoral que se avecina, aún cuando, en teoría, es garante de la competencia igualitaria entre todos los actores e institutos políticos. Su hubiera alguna razón técnica que justificara esta desproporción, el Instituto tendría que explicarlo, aunque no hay quejas de los otros partidos, hasta ahora, en las pautas para transmitir los anuncios en televisión, lo que haría presumir que las reglas son claras, al menos para los actores…
Útil sería que el monitoreo no fuese eventual y amateur, como en mi caso, sino que empresas especializadas tuvieran la meta de mostrarnos, a todos los ciudadanos, en que condiciones de propaganda televisiva compiten los diferentes partidos políticos. El INE no puede ser quien efectúe este monitoreo, es imposible ser juez y parte.
Frente a este panorama, solamente dos opciones, para empezar el año:
a) Las reglas son claras, pero aun así favorecen a Morena. El partido del presidente sacará ventaja de esta pauta mayoritaria en su favor.
b) Las reglas asumen competencia igualitaria, al menos en la observación, parece que esta condición no se está cumpliendo. La ventaja para Morena es obvia