Libros de ayer y hoy
Liderazgos encontrados
Además de recursos materiales para el equipamiento hospitalario, la contingencia plantea la necesidad de recursos humanos competentes en muchas áreas: médicos, enfermeras, investigadores, comunicadores, estadistas, economistas, financieros y sobre todo, líderes sociales.
Los lamentos y amonestaciones de miles de ciudadanos que se quejan de otros, en redes sociales, porque desacatan las indicaciones de la autoridad, dan cuenta de la necesidad de liderazgos en nuestra sociedad. México es aún un país de niños, de edades cronológicas muy diversas, que eluden su responsabilidad personal y requieren de la guía de liderazgos fuertes. Es parte del inconsciente colectivo de esta nación.
Sin embargo los liderazgos están en choque, para no perder otra costumbre de nuestra idiosincrasia: López Obrador, cuya ascendencia social es indiscutible, encamina a la nación hacia una postura relajada en torno a las medidas hacia la contingencia, y aconseja en un video que se hace producir en una su gira de este fin de semana por Oaxaca, que todos salgamos a las calles y consumamos en restaurantes para activar la economía. Los Gobernadores afines a AMLO siguen su postura, la vida continúa como de ordinario en la capital del país y Acapulco recibe una derrama inusual de turistas este fin de semana.
Las respuestas no se hacen esperar. Algunos seguidores de AMLO, que confían en sus directrices y comunicados, publican en sus muros y sus cuentas, el inventario de restaurantes visitados recientemente. Otros evidencian sus fines de semana en las playas y algunos también presumen su asistencia a bares o fiestas.
Sin embargo, otros liderazgos, en particular de Gobernadores no morenistas, entran en pugna abierta con el Ejecutivo federal. En muchas entidades, a las acciones de cancelar eventos públicos han seguido las recomendaciones para cerrar lugares de reunión y centros de trabajo. En Jalisco, el Gobernador Enrique Alfaro apuesta políticamente por una postura diferente a la del Gobierno Federal y sustentado en una estudio predictivo de la Universidad de Guadalajara, solicita cinco días de reclusión al Estado que Gobierna, aunque el número de casos de covid19, en ese momento sólo se concentraba en los municipio de Guadalajara y Zapopan. En Puerto Vallarta se restringe la actividad turística y en otros municipios para la actividad económica. El ejemplo de Alfaro es seguido por otros gobernadores, y en Nuevo León, Jaime Ramírez, el Bronco, impacta a la nación con su anuncio de mil millones de pesos disponibles para enfrentar la contingencia.
Y tampoco las respuestas se hacen esperar en este otro sentido: muchos ciudadanos recomiendan la reclusión en los hogares en sus redes sociales, circulan textos, memes e inforgrafías para hacer la vida mas llevadera dentro de los hogares; hay llamados, alarmistas o prudentes, a mantener a las personas dentro de sus hogares para evitar los contagios.
El problema de esta politización es que ambas posturas tienen parte de razón: López Obrador estira la hebra de la derrama económica hasta donde le puede dar, y tiene parte de razón: el 57% de la población de este país vive en la economía informal. Francia, España, Alemania, Corea del Sur, Japón, Canadá y ni que decir de los Estados Unidos, poseen economías muchos más fuertes, en las que el Estado puede apoyar y subvencionar la improductividad de los ciudadanos a cambio de la garantía de su salud o al menos, de la garantía de evitar el colapso que hoy viven los italianos en su sistema de salud, ya en la fase 4 de la pandemia. En estos países el ciudadano puede aceptar, en alguna buena medida, esta postura de sus autoridades.
Los Gobernadores de oposición, han apostado por detener la actividad económica a cambio de la disminución de la tasa de contagios. La reacción del Bronco, que también sigue Alfaro, quien anunciará en próximos días un fondo de contingencia para paliar los efectos económicos de la pandemia, le da certeza, sobre todo a las clases medias y acomodadas en Guadalajara o en Monterrey, que verán como en estas entidades la curva de contagios podría ser «manejable», pero la devastación económica vendrá como una resaca inevitable.
El problema en México es de doble filo: por un lado está la necesidad, ingente de «vivir al dia», por otro, el riesgo de contagio, que es real. De nada sirve un jefe de familia responsable que sale a la calle a jugar a la ruleta rusa, «porque es mejor una gripe que morirse de hambre», si de todas maneras va a dejar de trabajar por un contagio, que esperamos sea leve, pero si no lo es, demandará recursos del Estado para su atención. De poco sirve una población mayoritariamente sana, que pasará de la depresión de la reclusión, a la pérdida de sus ilusiones, a la frustración de sus necesidades o la destrucción de sus anhelos. El riesgo es serio a mediano plazo. López Obrador defiende una economía que cojea severamente y tiene grietas por todos lados; los liderazgos que se le oponen defienden un sistema de salud que puede evitar el colapso y reanudar la vida cotidiana en un plazo menor que muchos días más de toque de queda.
Y como siempre usted tiene la mejor decisión entre esta opción múltiple.
a) AMLO tiene razón y su defensa optimista de la economía y la salud nos permitirá salir de la crisis fortalecidos, con pocos casos que lamentar de covid19 y fisuras pero no fracturas en la estructura económica
b) Los Gobernadores tienen razón y las medidas preventivas son acertadas. Estas permitirán la recuperación de la salud pública más rápidamente y la posibilidad de contar con recursos humanos para enfrentar la crisis y reparar las posibles fracturas de la estructura económica
c) Nos quedamos a medias aguas, ni la economía se restablece y entramos en una crisis profunda después de la contingencia del covid19 y, a pesar de las medidas de prevención, el sistema de salud -ya de por sí gravemente enfermo- colapsa con un alto costo en pérdidas, humanas y materiales para el país. d) Ninguna de las anteriores