Descomplicado/Jorge Robledo
Roberto Sandoval
El caso del ex gobernador de Nayarit cimbra las estructuras políticas de esta entidad, pero repercute desde este pequeño territorio hasta México y Estados Unidos. Para nadie es un secreto que la orden de aprehensión que giró la fiscalía general de justicia del Estado, tuvo el impulso importante de la voluntad presidencial. López Obrador, en su mañanera se ha referido con frecuencia a Nayarit y hasta invitó a Sandoval Castañeda a comparecer por su propia decisión ante las autoridades.
Esta situación es aprovechada por el presidente para ensalzar su discurso anti corrupción, pero no se da de manera gratuita o porque el primer mandatario tenga -eso es nada más su discurso- una vocación moralizadora de la política nacional. Se da por la presión de los Estados Unidos.
La aprehensión del General Cienfuegos, secuela de la colaboración que ha dado Edgar Veytia, primer eslabón de la cadena, a las autoridades norteamericanas, ha destapado una enorme cloaca que amenaza con abarcar a todos los partidos políticos en Nayarit, incluido Morena.
Los presuntos vínculos del grupo de Sandoval con el dinero de procedencia, ahora clara, que administraba Edgar Veytia, parecen tentáculos que alcanzan a los aspirantes de todos los demás institutos políticos en Nayarit, no únicamente al más calificado en las encuestas por el partido del presidente. Afecta lo mismo al grupo político del actual Gobernador, Antonio Echevarría García, que a los demás partidos. La pista es sencilla: los pre candidatos, que ya prácticamente están en campaña, derrochan millonadas en tiempos de crisis y de pandemia.
Hoy, los EUA le van a devolver a México un regalo envenenado, el retiro de cargos al general Cienfuegos, y, en el cambio de correlación de fuerzas que opera en aquella nación, están obligando al Gobierno del presidente López Obrador a la congruencia. Hasta ahora, la justicia se ha impartido en EUA. Veytia, el Chapo, García Luna, todos han caído allá por la misma vía. Hoy le devuelven la basura a nuestro país y le obligan a ventilar sus malos olores.
El Gobierno mexicano tiene ahora sí, la oportunidad de pasar a los hechos. Tanto hablar del caso Lozoya, de García Luna, de Duarte…En Nayarit el presidente López Obrador tiene ante sí, en el contexto laboratorial del proceso electoral, la oportunidad de abandonar el discurso y de pasar a los hechos. Al menos la nueva realidad de los EUA así se lo está solicitando…
Las opciones:
a) Los grupos de poder locales doblegan, en Nayarit, a la presión de EUA y el Gobierno federal. Sandoval Castañeda libra, una vez más, la mano de la justicia, y los grupos de poder operan en las decisiones de las elecciones locales.
b) La presión presidencial, dictada desde EUA, aprieta la procuración de la justicia, el ex gobernador se verá entre rejas y su presunta aprehensión afectará las decisiones cupulares en el proceso electoral nayarita
c) A pesar de las presiones exteriores, los grupos de poder pretenderán operar en Nayarit un gatopardismo. El fiel de la balanza estará en la decisión popular en torno a «más de lo mismo», en una entidad que, como en el resto del país, ya no aguanta un «remake» de una historia demasiado conocida…