Importantes cambios han surgido desde que la Secretaría de Hacienda federal ha cedido gran poder a la Secretaría de la Defensa Nacional en el manejo de la zona fronteriza al norte del país y ahora de los recursos financieros de México.

Recordemos que la Agencia Nacional de Aduanas de México fue creada con la intención de combatir la corrupción el contrabando y fortalecer la seguridad de la nación, sin embargo, trajo consigo la militarización y una serie de quejas y denuncias por enriquecimiento ilícito, abuso de poder y acoso laboral a manos de los actuales Administradores Generales.

Pero la preocupación está en que el Secretario de Hacienda consiente estos hechos, al grado de buscar una reforma a su reglamento interior para dotar de facultades a la SEDENA de crear un fideicomiso que les de más acceso a los recursos, incluso a los destinados a la ANAM, lo que pone a pensar que en cualquier momento el SAT quedará también en manos castrenses.

Avistamiento de que las cosas no están resultando como se planearon, pues la militarización de los puntos neurálgicos del país más que optimizar las operaciones y reducir incidencias corruptivas, éstas van en incremento, sin mencionar que dejarlos entrar en decisiones de recaudación y manejo de recursos, podrían llevar a México a una grave recesión económica.