Visión Financiera
Milne. La casa roja en la capital
Problemas van y vienen. Y que más problemas que los que trata de enquistarnos Donald Trump. Pero hay un caso permanente que tiene varios niveles y que un momento todos pueden estar presentes. Me refiero al caso de la vivienda. Durante meses se trató en la capital del país el caso del Cártel Inmobiliario y ahora, a diario nos apabulla con tristeza, el ver tantas torres, tantas oficinas vacías, mientras miles, por no hablar de millones carecen de casas. Es verdad que la jefa de gobierno Clara Brugada ha hablado de una solución al incorporar en lugares abandonados o vacíos, a quienes carecen de vivienda. Ahora, cuando el problema puede recrudecerse con la presencia de tantos migrantes como sostiene Donald Trump que expulsará, vale pensar también, en la estructura de la ciudad. La instalación de los migrantes extranjeros que se quedaron por meses en la capital, ha terminado por cambiarle el rostro a la ciudad y es un aspecto que no se maneja. Se puede apoyar a quienes transitan a otro país, sin demeritar a la ciudad. Mientras se dirime cual será el destino de los migrantes en espera, quienes se ocupan del sector vivienda deberían de ver ese aspecto.
LA VIVIENDA ESTÁ EN EL CENTRO DEL DESPOJO. URGEN YA RESPUESTAS SOCIALES
El geocentrismo en lo habitacional es un problema que se cuece aparte, porque se maneja que ya ha expulsado a más de 30 mil familias. La idea es desalojar al habitante común y hacer especies de ciudades, (muy remoto por cierto), como Londres, París, Roma, Berlin y otras. Centros turísticos de residencias caché y los pobres viviendo en pueblos aledaños. Un caso que es recurrente es el fraude que cometen grupos organizados como gancho, para conseguir entrega de dinero para obtención de créditos y de paso una casa. Hechos que no se dan. Eso lo denuncian en forma permanente medios de comunicación, sin que se resuelva el caso. El mismo Cártel fue acusado de varias de esas triquiñuelas, de contratar incluso y recibir una parte, sin que la entrega se llegue a consolidar.
LA VIVIENDA TIENE ESCONDRIJOS, MÁS ALLÁ DE HABITARLA
El misterio de la casa roja (A.A. Milne, Plaza y Janes, 1988), es una novela que me gusta mucho, porque enfoca muchos aspectos de la vivienda. Ya la hemos mencionado en otra ocasión. Milne es un autor de libros infantiles nacido en el siglo 19. Raymond Chandler el escritor estadounidense se sorprende en El simple arte de matar de que el escritor Alexander Wollcott, muy poco dado a los elogios, lo mencione con tanto entusiasmo; elogios que hacen otros autores. Con otro color, la mencionada casa roja tiene algunos de los vericuetos que se nos presentaron en el caso blanco del pasado sexenio, al menos en lo económico. Un hombre suplanta a su hermano – que él ignora que murió hace tres años-, pero el secretario del suplantador, con el que tiene conflicto de intereses, lo mata. Éste en realidad está matando formalmente al hermano suplantado, ya muerto. Un galimatías. Agatha Christie recrea el caso por su lado, en El templete de Nasse House. Un hombre suplanta la personalidad de un rico propietario, para hacerse de la gran fortuna de la pupila de su madre, una muchacha huérfana. Mata a la joven y la suplanta con su propia esposa. El tema de la suplantación domina ambas novelas en torno a una casa, donde hay fraude, robo, mentiras y agresión. Y sobre todo, la ambición por quedarse con un dinero ajeno. La discusión que ahora se da en torno al conflicto de intereses en los casos de muchas viviendas, se topa, como en otros casos, con las lagunas e inconsistencias legales: no hay normas suficientes que obliguen a investigar o no hay documentación completa de los casos que se están discutiendo. Como grandes maestros, los autores que diseñaron la novela policíaca clásica, plantearon el conflicto al revés para llegar al esclarecimiento de los hechos. Los problemas complejos que se presentan actualmente, no son sino eso, escondrijos que se tendrán que aclarar examinando cada el caso. Y como en aquellas novelas, caiga quien cayere.