Libros de ayer y hoy
Los países agrupados la OTAN y Rusia están ingresando a un conflicto bélico. El apoyo de Vladimir Putin y su gobierno al movimiento independentista de las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk y el despliegue de tropas para “mantener la paz” es el paso a la guerra.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha sesionado de manera urgente. México está haciendo lo obligado, apoyar al gobierno de Estados Unidos, a la Unión Europea y a la OTAN en voz de su embajadora Alicia Buenrostro, llamando al respeto a la integridad territorial e independencia política de los Estados.
La guerra es indeseable por todo lo que entraña. Obligación del gobierno lopezobradorista es actuar de manera responsable. Contrariamente, en apoyo a Putin se encuentran:
Alberto Fernández, quien en medio del conflicto le visitó y ofreció a inicios de este mes que su país fuera la puerta de entrada de Rusia a América Latina.
Jair Bolsonaro, que, en un afán electorero, en días pasados se reunió con él y le expresó su solidaridad, declaración que mereció una frontal condena de Washington.
A la actitud de los presidentes de Argentina y Brasil hay que sumar la de Nicolás Maduro, que el 20 de enero, telefónicamente, le manifestó “la solidaridad con su país y el rechazo de Venezuela a las campañas de provocaciones y manipulaciones contra Rusia; y la de Daniel Ortega de Nicaragua quien, ayer, lo respaldó en el reconocimiento unilateral de los territorios separatistas.