
Libros de ayer y hoy
La guerra comercial prolongada de baja intensidad es un concepto que alude a la intervención de un país como Estados Unidos, sobre otro, por largos periodos de tiempo y que implica la afectación en la vida económica, política o social, buscando derrotar la moral y el respaldo político de un gobierno, a través de medidas restrictivas como aranceles, penalizaciones, embargos u obligando a realizar reformas económicas o políticas que afectan la estabilidad interna, la cohesión y la gobernabilidad.
La guerra comercial, que inició Trump lleva una estrategia para doblegar a sus adversarios que en este caso pueden ser China, Canadá, Ucrania o México. La realidad es que el lenguaje público que ha buscado laCasa Blanca desde el comienzo del gobierno de Donald Trump, ha sido lejano y en términos amenazantes con otros países. Como el hecho de haber sugerido la anexión de Canadá como el estado número 51 o la adquisición de Groenlandia, por motivos de seguridad interna, caso que disgustó a los daneses.
Peor aún el condicionamiento a un acuerdo de expropiación mineral a Ucrania a cambio de apoyo militar, o que decir de las tarifas arancelarias del 25% a México, Canadá y China. Todo ello implícito en una dinámica de desgaste mes a mes, que ha generado días de turbulentos en las bolsas de valores y los tipos de cambio.
El condicionamiento sujeto a resultados de la lucha de México contra la migración o el narcotráfico, previa imposición de aranceles a productos que implícitamente están protegidos por el Tratado de Libre Comercio: acero, aluminio, electrodomésticos, vehículos, auto partes, entre otros. Significa una forma de intervención.
El Presidente Trump y su Guerra Comercial de Baja Intensidad ha tenido reacciones enérgicas por parte de sus tres principales socios comerciales como son China, Canadá y México. Los estadounidenses saben que más del 80% de sus importaciones provienen de las tres potencias que pretende doblegar, todo ello de cara a la renegociación del TLC el próximo 2026.
El gobierno Chino ya respondió en el mismo tono e intensidad a los norteamericanos, al imponerimpuestos del 15% arancelario a productos provenientes de Estados Unidos como son: pollo, trigo, maíz y cerdo. En tanto dejó pendientes para esta semana implementar nuevos impuestos a la entrada de madera, soja y fibra óptica.
En tanto, el primer ministro de Canadá, JustínTrudeau, calificó de algo muy “tonto”, imponer aranceles entre socios comerciales. Sin embargo, respondió con una serie de medidas impositivas muy enérgicas a productos provenientes de Estados Unidos como son lácteos, cereales, carnes, cerveza, ropa, motocicletas, entre otros. Y algunas provincias como Ontario, amenazan con suspender el suministro eléctrico a estados del norte de la Unión Americana.
En México, la Presidente Claudia Sheinbaum ha sido prudente y estratégica. El pasado miércoles se comunicó con el Presidente Trump y acordaron el aplazamiento arancelario a ciertos insumos hasta al 2 de abril. Además, convocó el domingo 9 de marzo a un evento que será un llamado a la unidad nacional. Se anunciará la ruta y se definirán los tiempos frente auna guerra comercial prolongada. El diálogo y la negociación continúan vigentes. Y la Presidenta de México mostrará el músculo este domingo, bajo el cobijo de su gente.
Moisés Bailón Jiménez. Es Maestro en Derecho Electoral y Procesal por la Benemérita Universidad de Oaxaca.