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Toma y daca de la relación México-Estados Unidos
PELIGROSA DIVISIÓN: NO ES UN ESTADO DE GUERRA
Aunque la violencia amenaza desbordar a las instituciones, no vivimos un estado de guerra en el que los ciudadanos nos tengamos que alinear con alguno de los bandos en disputa. Es más, la neutralidad es necesaria en este ambiente sórdido y tenso que vive la República. Si usted es anti Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y por ello cree que todo lo que haga Enrique Alfaro está correcto, se equivoca. Si es al revés y es pro AMLO y por ello cree que Alfaro falla en todo, está igualmente equivocado.
Sin duda, la polarización de México ha sido inducida fuertemente por el propio Presidente. Su contundente invitación a que nos definamos como sociedad a su favor o en su contra, y seamos, como dice el apocalipsis, fríos o calientes, pero no tibios, es una apocalíptica insensatez, fruto de un ego desmesurado que se asume a sí mismo como el proyecto, cuando la nación la construimos todos y el proyecto surge del consenso en pro del bien común.
Esta polarización ha sido aprovechada por el grupo de ocho Gobernadores, encabezados por el de Jalisco, para situarse como adalides del polo opuesto, y emitir declaraciones y posturas que provocan más división y estiramiento social. Y tendríamos que recordarles a Alfaro, Jaime Rodríguez el Bronco (Nuevo León), a Silvano Aureoles (Michoacán) y a los otros cinco, que nadie les hemos denominado como nuestros representantes en la polaridad inversa anti López Obrador.
Ellos, con audacia y visión política han aprovechado la tirantez para ganar posiciones y liderazgo. Pero tampoco representan a la nación, ni encarnan el proyecto encaminado hacia el bien común. Solo profundizan el descontento y la crisis.
Es en este contexto donde deben verse los hechos recientes en Guadalajara. Inútil tomar partido por Alfaro, sólo por estar en contra de López Obrador: los desaparecidos son reales. Testimonios van y vienen, algunos que nos fueron compartidos directamente, y otros que, con valentía, se publicaron en las redes. El modus operandi de los elementos vestidos de civil que abusaron de autoridad coincide dramáticamente en la mayoría de los testimonios. Para quienes saben de política, una versión periodística que señala que los elementos represivos actuaron solos, es tan inocente como la Cenicienta o la Bella durmiente. Esas decisiones se toman en la cúpula del poder estatal y no es el fiscal, ni mucho menos unos elementos, que sirven de chivos expiatorios, quienes actúan de manera autónoma.
Unos cuantos elementos disidentes y llenos de fervor para defender su entidad federativa no son capaces de montar un operativo coordinado, los testimonios lo indican, como el que se montó.
Inútil tomar partido por López Obrador, es cierto que Alfaro le acusó y “faltó al respeto a la investidura presidencial”, al afirmar sin probar que “los sótanos del poder” fraguaron la infiltración en las marchas, pero la mano de Yeidcol se nota desde su llegada a la entidad.
Las redes han dado cuenta de manifestantes que coinciden en la plaza de Guadalajara y en otros lados, en donde han habido marchas violentas, o en donde Morena ha querido inducir la opinión pública a favor o en contra. Los infiltrados son reales. Y un policía quemado, desgraciadamente lo es, también.
Los pro AMLO propician la quema de Alfaro, como si fuera Judas, o al menos pretenden su crucifixión. Las redes nacionales se vuelcan en su contra, y, curiosamente son pocos los que hablan del ejército de bots que debe moverse en el mundo virtual para destazar la figura de un mandatario estatal.
Ya ni siquiera tienen argumentos al cuestionar el préstamo solicitado por el Estado de Jalisco, el Presidente pide auxilio a organismos internacionales mediante el endeudamiento.
Hollywood nos ha enseñado a dividir toda historia en buenos y malos. Crecer a una sociedad adulta nos demanda otras perspectivas. No podemos denostar a Alfaro por opnerse a López Obrador, pero tampoco podemos aplaudir sus errores simplemente por lo mismo. Y en caso contrario, bueno, el tema requiere de ayuda psiquiatrica, porque los fans de López Obrador llegan a extremos de negación de la realidad, muy consonantes a veces con los de su propio jefe político y líder moral.
REAPARECE IBARRA PEDROZA
El flamante secretario de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza ¡Reapareció!Aunque usted no lo crea.
Pero no precisamente para hacer frente o dar explicaciones sobre la crisis que enfrenta el gobierno de Jalisco desatada por los abusos policíacos registrados el pasado viernes con las detenciones arbitrarias de jóvenes antes de manifestarse, o por la polémica que ha generado la muerte de Giovanni López presuntamente a manos de policías de Ixtlahuacán y que le ha traído diversos problemas al gobierno de Enrique Alfaro.
El encargado de la política interior del Gobierno del Estado, parece que inició la cuarentena desde antes del inicio del periodo de aislamiento social a raíz de la pandemia.
Quien debería dar la cara y ser el principal asesor del gobernador e intermediario con organismos sociales, partidos políticos, grupos de disidentes, alcaldes y cuerpos de seguridad, da la impresión de que vive bajo la aplicación de la filosofía del avestruz.
Ahora aparece, solo para encabezar el informe sobre el aumento en atención psicológica en el 075 por el aislamiento social, y no porque el tema no sea importante, porque por supuesto que lo es y de urgente atención para la sociedad; pero no para que lo dé a conocer un secretario de gobierno, quien debería ocuparse más por el tema de la peor crisis de credibilidad que vive el actual gobierno.
DA LA CARA
Otro de los que reapareció fue el edil de Ixtlahuacán de los Membrillos, Eduardo Cervantes.
Este lunes se presentó en la Fiscalía del Estado para rendir su declaración por los hechos ocurridos el pasado 4 de mayo, día que murió Giovanni presuntamente a manos de policías municipales.
Desde el viernes tenía que comparecer. Se especuló que ya no se encontraba localizable, pero ya apareció.
El alcalde no llegó solo, un amparo lo acompañó, con eso que de en los últimos días las detenciones están a la orden del día.
Después de unas horas salió de las oficinas y solo se limitó a decir que todo lo que tenía que decir, ya se lo había dicho a la Fiscalía.
El tema todavía tiene mucha tela de dónde cortar. Ya hay tres detenidos por el caso. Enrique Alfaro no se limita a eso. Aseguró que pueden ser más. Habrá que ver quién más cae.
Al Gobernador ya le urge cerrar este caso, el que le ha traído dolores de cabeza desde el 3 de junio, cuando se dio a conocer la muerte del hombre de profesión albañíl, debido a golpes que le pidieron causar al momento de ser aprehendido.