
Visión Financiera
Cara nueva en carretera a Chapala
Serenidad y paciencia mi pequeño Solín. Por años, la carretera a Chapala ha mantenido su imagen, son pocas las acciones de intervención que ha recibido con el paso del tiempo, y en esta ocasión, se viene un cambio de imagen total en veneficio de quienes circulan habitualmente por esta vía.
Será este lunes, cuando el Gobierno de Jalisco arranque los trabajos de transformación urbana de la carretera, desde el Aeropuerto Internacional de Guadalajara al Anillo Periférico Manuel Gómez Morín, con lo que se impactará a los municipios de Tlajomulco de Zúñiga, El Salto y Tlaquepaque.
Sin duda, la intervención será un dolor de cabeza para los usuarios y sobre todo para quienes van tarde a tomar un avión en el Aeropuerto, pues auguran 365 días naturales de trabajos en una extensión de 6 kilómetros y con una inversión de 2 mil 550 millones de pesos.
Así que, como ya lo dijera el afamado Kalimán: serenidad y paciencia mi pequeño Solín, pues sin duda que la carretera grita a los cuatro vientos la urgencia de que sea intervenida, y es que su imagen no va para nada con la majestuosidad del remodelado Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
Van por 50 aviadores
Fuentes cercanas a la Junta de Coordinación Política del Congreso de Jalisco, comentan que se podría desencadenar un escándalo de grandes proporciones. Pues las fuentes señalan que se está integrando una lista con nombres de empleados de los llamados aviadores, que cobran sin trabajar, limitándose a registrar su entrada y salida con la complacencia de sus superiores, otros que tienen alguna irregularidad administrativa o que de plano se quedaron sin padrinos.
Las versiones apuntan a que podrían ser hasta 50 personas las que se encuentren en esta situación, los cuales en su mayoría cobran altos sueldos sin hacer nada.
Si se concreta la depuración de la nómina, el Legislativo local podría enfrentarse a un proceso de despidos masivos que pondría en evidencia la falta de control y la red de complicidades que han permitido la permanencia de estos trabajadores irregulares o fantasmas.
El tema no es menor. Desde hace años, diversas administraciones han prometido sanear al Congreso y erradicar este tipo de prácticas. Sin embargo, la nómina del Legislativo sigue engrosada con perfiles que, lejos de responder a una necesidad operativa, obedecen a compromisos políticos o favores personales.