
A decir verdad/Rubén Iñiguez
REPARTIDORES DE BALAS
Los motociclistas abundan ya en calles de la Zona Metropolitana de Guadalajara, la mayoría de ellos realizando labores de repartidores de comidas a través de las plataformas Didi, Rappi o Uber Eats.
Si bien es una forma de ganarse unos pesos, la verdad es que se convierten en un blanco de la delincuencia organizada para cometer sus fechorías.
Solo basta con conseguir una mochila de reparto, las cuales encuentras en internet por un precio que va de los ocho cientos pesos a los mil quinientos, y con ello te haces pasar por repartidor, y con la libertad que tienen para andar por las calles de la ciudad cometen sus fechorías.
Robos de celulares, trasiego de droga y hasta homicidios, son camuflajeados por los personajes de reparto y con ello evitan ser detenidos o perseguidos por las autoridades, pues los repartidores abundan en la Zona Metropolitana.
Bien es sabido que, después de ahogado el niño, a tapar el pozo. Y lo más seguro es que después del asesinato cometido por un presunto repartidor de la empresa Didi en las inmediaciones del Trompo Mágico, las autoridades voltearán a verlos.
Al igual que las plataformas de taxis por aplicación, los repartidores en moto o a pie entraron a la ciudad como Juan por su casa sin que alguien pusiera atención en ellos y es hasta que pasa algo malo, es cuando quieren regularizarlos.
Solo falta esperar qué harán las autoridades tras los hechos lamentables que se han registrado en la Zona Metropolitana donde se ven involucrados repartidores de las empresas Didi, Rappi o Uber Eats.
SIGUEN LAS CONTRADICCIONES
Después de varias semanas de permanecer sin dar señales de vida, este miércoles reapareció el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
Fue por medio de una videollamada donde el funcionario federal reveló que había vuelto a dar positivo a Covid 19 y por ello tuvo que permanecer aislado por más tiempo.
Sin embargo, minutos después de que revelara esto en la conferencia vespertina donde se informa los casos de coronavirus en México, comenzó a circular en redes sociales la imagen del subsecretario paseando justo este miércoles por un parque de la Ciudad de México. Las imágenes fueron captadas por una mujer que fue atacada en Twitter porque le pedían pruebas de que habían sido captadas este día.
Pero para sorpresa de todos, Joaquín López Dóriga buscó la versión de López-Gatell, quien aceptó que sí, que había andado de paseo con su novia.
Lo peor, es que dijo que su capacidad de contagiar era ya mínima… ¿qué?
Ahora resulta que si ya eres menos contagioso puedes andar como si nada en la calle. Ya no es necesario, según lo que dice, que tengas que esperar a dar negativo en una prueba para ahora sí dejar el encierro.
Según él portaba cubrebocas, pero al menos en las imágenes no se le veía alguno. Estaba comiendo un helado, sí, pero sabe dónde lo guardó en este tiempo y peor aún, tiene Covid.
¿Cómo se le ocurre salir cuando todavía porta la enfermedad?.
Queda claro que el ejemplo sigue sin dársele a los funcionarios federales.
Ni él ni su jefe Andrés Manuel López Obrador supieron mostrar la manera de prevenir los contagios ni la manera de cuidarse después de salir de la pandemia.
El presidente sigue sin usar cubrebocas y López-Gatell… bueno, paseando como si nada, con el virus todavía activo en su cuerpo. Sigue las contradicciones y no se ve que se vayan a terminar.