ERA DE ESPERARSE

La cuesta de enero está resultando más complicada que otros años. Siempre es el mes donde la mayoría de los negocios no ganan mucho. Donde las deudas por lo gastado en diciembre son más. Pero esta vez, está tornándose más difícil. En número de contagios de Covid 19, las muertes y hospitalizaciones por la pandemia están por las nubes.

Ese llamado a no relajar las medidas por las fiestas decembrinas no funcionaron.
Vimos el Centro y Obregón saturados durante los días previos a Navidad y nadie hizo nada.

No se aplicó ni un solo filtro o alguna restricción para evitar aglomeraciones en zonas donde cada año es lo mismo. Donde se sabía con antelación que no se iban respetar la sana distancia.

Una vez que vieron todo el problema encima, la Mesa de Salud optó con que era bueno cerrar algunos comercios a partir de Navidad… Bien, solo que un pequeño detalle, ese Botón nadie lo notó. Muchos lugares continuaron laborando como si nada.

La sociedad seguía saliendo sin una verdadera necesidad de hacerlo.
Muchos se fueron de vacaciones a destinos turísticos no solo dentro del Estado, si no a otras entidades.

El mismo Enrique Alfaro aceptó que él había relajado las medidas. Y cómo no lo iba a decir, si fue captado cerca de Año Nuevo paseando en cuatrimoto con su pareja en el Pueblo Mágico de Tapalpa.
La justificación fue que todos estaban cansados de estar encerrados. Sí, todos están cansados, pero los que más agotados deben estar son los médicos, enfermeras y personas que tienden a pacientes con coronavirus.

Ellos sí están cansados de estar encerrados en su casa, en un hospital, de trabajar con un traje que los hace sudar en pleno invierno, cansados de no poder estar en sus casas para no contagiar a su familia.
Los que vivimos esta pandemia en el encierro desde casa, no podemos permitirnos decir que estamos cansados.
Pero igual no hay que apurarse, porque como era de esperarse de nuevo se aplicarán medidas de contención para evitar que los hospitales colapse, como están a punto de hacerlo.

Nuevamente vamos a tener que regresar al confinamiento por el bien de todos y antes de que esta pandemia nos estalle en las manos, tal como está ocurriendo a 11 meses de que llegara el primer caso a Jalisco.

No podemos darnos el lujo de ser indiferentes. No se trata de buscar culpables, si no de trabajar en conjunto y con empatía para salir de esto.

Las vacunas ya están llegando. La luz al final del túnel ya se ve, solo es cuestión de aguantar un poco más y pronto todos saldremos de esto como es de esperarse.