
Libros de ayer y hoy
ADIÓS AL CLÁSICO TAPATÍO, CON AFICIÓN
La esperanza siempre muere al último y así ocurrió. Este lunes ya quedó descartado que los estadios de Jalisco vuelvan a abrir sus puertas en las próximas semanas.
El gobernador Enrique Alfaro echó por tierra la posibilidad de que el Clásico Tapatío que se jugará el próximo 17 de octubre sea con público en las gradas.
La Liga MX ya había dado luz verde desde su trinchera para que los inmuebles del futbol mexicano pudieran ocuparse al 50 por ciento de la capacidad. Solo faltaba que cada entidad lo aceptara.
En la semana mucho se habló de que se iba a dar a aprobar esto. Pablo Lemus, presidente municipal de Zapopan, lugar donde está ubicado el inmueble de Chivas, dejó abierta la puerta a que le presentaran los protocolos y analizándolos podrían determinar si operaban o no.
Por su parte Ismael del Toro, primer edil de Guadalajara, municipio que alberga al estadio Jalisco, dijo de plano que no, que no se iban a arriesgar a que entraran en funciones y menos con el 50 por ciento de la capacidad.
Bueno, pues después de analizar la asignación en la mesa de salud estatal, ya dijo el Gobernador que no van. No se van a abrir porque no hay condiciones para hacerlo.
Enrique Alfaro señaló que los casos en jóvenes se están incrementando y eso es en parte porque se están aflojando las medidas sanitarias.
Eso ya se venía notando desde hace semanas. En Quadratín Jalisco hemos denunciando con fotos y videos que bares o los que tienen permisos con restaurantes-bar, están a tope. La zona de Chapultepec es un claro ejemplo de que no hay ya protocolos en los comercios.
Todos los comercios de venta de alcohol deben operar al 50 por ciento, pero no es así. Están hasta el tope de gente y sin sana distancia.
Ni hablar del transporte público. Ahí es donde menos se aplican las medidas. Tan solo este lunes mostramos cómo va la gente en el Tren Ligero. Todos pegados. Además, ya nadie toma la temperatura y no hay un tapete sanitizante. Gel antibacterial sí, hasta eso sí hay, pero ya porque de plano no pueden quitar más.
Atrás quedaron todos los protocolos que se habían puesto como regla general en todos los servicios, comercios, transportes y más.
Por eso, ahora estamos sufriendo las consecuencias de que no se avance más en la reactivación económica.
Estamos en el décimo mes del año y casi en el séptimo desde que se determinó iniciar la cuarentena debido a la pandemia y aunque ya haya el 90 por ciento de los comercios operando, todavía haya sectores que están siendo severamente afectados porque están en la cola de todo este proceso.
Hay centros nocturnos, ferias, recintos de música y muchos más, que no ven la hora. Ya no aguantan más el seguir detenidos. Esto para ellos, es un golpe muy fuerte, porque deberán seguir aguardando el momento para volver a abrir sus puertas.
Solo esperemos que la gran mayoría ya estén soporte esto y no cierren de manera definitiva.
LES DEBE DAR MIEDO
El fin de semana pasado quedó demostrado que si le pateas el portón al perro puedes salir mordido. La manifestación del Frente Nacional Anti Amlo (FRENAAA) le dejó en claro al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que no es bueno golpear el avispero.
Miles de personas se abocaron al Zócalo Capitalino después de que el mandatario ofreció renunciar a su cargo y se irá a su rancho en Palenque, Chiapas, cuando enfrentara la primera manifestación de 100 mil personas en su contra y si las encuestas no lo favorecen.
¿Cuántos fueron?, a ciencia cierta no lo sabemos, lo único que tenemos claro es lo que les hemos escrito en días anteriores, solo el movimiento de FRENAAA se ha mostrado como una verdadera oposición que le puede dar dolor de cabeza.
Los gobernadores de la Alianza Federalista, por más que digan que están en contra de las decisiones federales y que buscan sus propios métodos para salir adelante en sus Estados, la verdad es que el que tiene la última palabra sigue siendo el Presidente. Él es quien maneja los financiamientos que hacen fuertes a las entidades federativas.
Los políticos, llámese, Ricardo Anaya o Felipe Calderón no podrán hacer mucho por contrarrestar las decisiones de López Obrador.
Sin embargo, los cientos que se dieron cita en el Zócalo de la Ciudad de México sí pueden contrarrestar las decisiones del mandatario, pues este fin de semana, al contrario de otros donde eran burla de los Amlovers, demostraron que no son 100 ni mil personas.
No se trata de ver si son o no son acarreados, si son de izquierda o si son personas que no tenían nada qué hacer, se trata de que en esa manifestación estuvieron personas que perdieron algún familiar debido a la pandemia, quienes perdieron su trabajo o quienes han sido víctimas de la delincuencia que a más de dos años de gobierno sigue manchando de sangre al país.
Sabemos que el presidente no va a renunciar, así llegue más de un millón de personas a manifestarse, pero también sabemos que lo ocurrido debe de preocuparle al Presidente y a los dirigentes de Morena, pues esa gente que acudió a la manifestación son personas que puede definir ganadores en las siguientes elecciones.