JALISCIENSES CON JUGUETE NUEVO

El sábado al fin se llegó el día en que los habitantes del Estado iban a poder hacer uso de la Línea 3 del Tren Ligero.

Como era de esperarse, todos querían ser los primeros en querer subirse. Las largas filas se hicieron presentes sobre todo en las estaciones más céntricas.

Desde temprano familias enteras se postraron en las puertas. Hubo quieres desde las 11:00 horas ya estaba formado. Hasta 5 horas esperaron pacientes a que se abrieran las puertas de las estaciones .

Qué importaba el sol, la pandemia, el cansancio por estar parados tanto tiempo y hasta el hambre; lo importante era ser parte de la historia.

En punto de las 14:00 horas terminó la espera. Ingresaron a las estaciones del Tren Ligero. Unos hasta bajaron las escaleras corriendo como si fueran a el primer lugar de una fila en el concierto de su artista favorito.

Insistimos que el hecho no era para menso. Pasaron poco más de 6 años para que esta obra fuera estrenada.

Lo más increíble es que los detallistos de los que habló el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, de que se iban a seguir arreglando después de inaugurarla, comenzaron a ser evidentes.

Las escaleras eléctricas de la estación del Centro de Zapopan fallaron. La gente se quedó a medio camino. Incluso alguien se cayó porque se frenaron de manera rápida.

Para pronto los trabajadores de Siteur se pusieron a intentar reiniciar las escaleras. Como no funcionaba aplicaron la de la mexicana: o sea se pusieron a golpearlas para ver si así arrancaban. Al final no se pudo. Quedó en evidencia uno de las “detallitos”.

Después, los usuarios de redes sociales no perdonaron. Mostraron más cosas que denotaban que en efecto la Línea 3 no estaba del todo bien.

Filtraciones en las estaciones, algunas hasta en los vagones, elevadores sin servir y más cosas salieron a la luz.

No hay manera de que las autoridades estatales y municipales pudieran negar todas estas denuncias.

Fue a tal grado que después de 3 días de operación, el Gobernador salió a dar la cara.

Agradeció a todos los que han mostrado cada detalle y aseguró que la obra tiene una garantía que van a hacer válida con los contratistas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Dijo que cada uno de ellos se va a solucionar con el paso de los días hasta quedar al 100.

Ojalá que los “detallitos” no se agraven en el uso diario. Que en lugar de convertirla en una obra perfecta, se vuelva un dolor de cabeza más grande con sus fallas. Ya fue una piedra en el zapato por los más de 6 años de espera y los más de 33 mil millones de pesos.

Pese a ello la gente está feliz paseándose. No importa ya la pandemia. Solo quiere recorrer la ciudad arriba del juguete nuevo, al final y al cabo por una semana es gratuito y hay que aprovecharlo.