Comentó que así como nosotros pensamos que hay mucha inseguridad en Centroamérica y parte de Sudámerica, ellos no sólo piensan lo mismo de México, sino que lo que han visto en las noticias se imaginan algo peor.
“Recuerdo que un día antes de salir no podía dormir en mi mente sólo aparecía Colombia, miles de dudas y ese miedo a lo desconocido, mi experiencia previa fue relatos de ciclo-viajeros, además de un viaje incompleto de una semana con mi novia y el haber sido triatleta en mi adolescencia.
“Sin embargo ya no había vuelta atrás era algo que quería hacer y ya todo estaba planeado, así que tome a ‘la luchona e indomable’ bien cargada y salí de mi casa en Guadalajara. Esos días fueron cargados de fatiga, escalofríos por las noches, diarreas y pesadillas, pero lleno de aprendizaje, conocí mis primeras estaciones de bomberos, lugares de acampar, descubrí que llevaba cosas extras.
“Después de 10 días llegué a Morelia (donde viven mis padres), pude deshacerme de cosas no tan indispensables. Después de 2 semanas continúe, pero un fuerte dolor en la cabeza me hizo regresar a Morelia. Después de varios consejos y analizando la situación decidí pensar en Colombia.
“Así que salí y poco a poco la ruta iba tomando forma, mi cuerpo resistía más kilómetros, calor o frío, cada vez regalaba o perdía cosas, en Centroamérica no hubo caminos planeados, me volví más práctico y simple, me adapté a un forma de vida distinta, lo importante es no dejarse vencer por los miedos que invaden la mente.
“Durante el camino escuché comentarios, historias o noticias, la mayoría negativos. En un principio fue sobre ciudades cercanas, luego estados y finalmente países. Cuando preguntaba sobre qué tan seguro siente su ciudad regularmente la gente me decía aquí no pasa nada; aquí es tranquilo preocúpate por la otra ciudad o el otro país, al llegar a ese lugar tan preocupante y elaborar la misma pregunta resultaba la misma respuesta sólo con ciudades opuestas, parecía que se echaban la bolita.
“En México me decían que me cuidara de Guatemala y en Guatemala se sorprendían de que yo hubiera cruzado medio México y estar vivo. No estoy diciendo que no pasa nada, sólo que son caso muy aislados, hay zonas muy específicas de algunos países donde no hay que pisar es mejor evitarlas. Entendí que hay regiones que le dan mala reputación a algún estado o a países enteros.
“Siempre hay que ir alerta a cualquier situación lo más común entre ciclo-viajeros son los robos, como consejo viajen de día, no lleven cosas de mucho valor, si llevan dinero dividirlo y guardarlo en diferentes compartimientos secretos, y si llega a pasar algo mejor no arriesgarse, lo importante es nuestro bienestar.
“Te tienes que ir adaptando al nuevo estilo de vida, pero que poco a poco se va logrando, una vez que lo logras te vas relajando, cada vez te vuelves más práctico, y ya con experiencia las cosas son sencillas de resolver. Tal vez me costó 2 meses llegar a ese estado donde sólo te queda disfrutar de paisajes nuevos, conocer gente nueva, quedarse más de lo estimado en un lugar, probar comida diferente, tener tiempo para leer libros o aprender mecánica de bicicletas, cambiar de ruta de un día a otro: En fin mil y un cosas para aprender o conocer, la preocupación y los planes se van a segundo plano, es allí donde te conviertes en espectador de las maravillas de este mundo.
“Al regresar muchos me preguntaban qué país te gustó más, mi respuesta hasta ahora será Colombia, la gente, los paisajes y sus cordilleras son algo que se grabaron en mi memoria, los caminos son muy exigentes, pero siendo un fanático de las montañas y de climas fríos llegué al lugar de mis sueños ahora le agregamos que en Colombia la gente es fanática del ciclismo, desde mi llegada al aeropuerto la gente fue muy colaboradora, allí no te ayudan, colaboran, me sentí como en México sin duda es al país que regresaría, lo único que extrañe, como en Centroamérica, fue la falta de buenas salsas y tortillas mexicanas, no cabe duda la gastronomía mexicana para mí fue la mejor en toda la ruta.
Anímate
“Cualquiera puede tomar su bicicleta, no se necesita ser un atleta de alto rendimiento, ni tener una bicicleta costosa, ni ser joven o tener mucho dinero, ni ser soltero, desde mi perspectiva sólo necesitas entusiasmo y querer hacerlo”.