
Visión Financiera
Andy: Derecho de piso
José Saramago dijo: El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro. Así se percibió el amago de Andres Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, por querer imponer de forma mágica, que se le deje de llamar Andy y se dirijan a él por su nombre, orgulloso de ser tocayo de quien dijo: ha sido el mejor presidente de México.
Su exigencia ante propios y extraños, es un intento de colonización del otro, pero lo hace desde la imposición del reino heredado, de un partido político en el poder, con el único mérito de ser hijo de un político consagrado quien, al margen de gozar de seguidores y detractores, pagó el derecho de piso para inscribir su nombre en la historia y en la lista de presidentes que han gobernado este país.
El periodista Rafael Cardona, refirió -en su participación con José Cardenas en Radioformula- Andy es el heredero de la fama, nombre y el partido de su padre… y atendiendo a su petición, desde ahora le llamaré: Señor Andy, comentario con una dosis de sarcasmo, lo que también sucedió con decenas de cartones y memes que inundaron las redes sociales.
Cardona también se refirió a Andres Manuel Primero y Andres Manuel Segundo, haciendo alusión a la continuidad en el linaje de reyes y emperadores, el problema es que México es una República y su ultimo emperador fue Maximiliano de Habsburgo, quien mantuvo su título un promedio de tres años hasta ser ejecutado. (1864-1867).
Actualmente, Andres Manuel López Beltrán, funge como el Secretario de Organización del partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se encarga de operar y coordinar acciones de ese grupo.
El problema con Andy, es que no ha hecho un nombre propio en la política mexicana, es sólo reconocido como el hijo del líder de Morena, recordado más por haber llegado a un miting afuera del Senado, enfundado en unos tenis Luis Vuitton (2009), que por trascender en las tareas que su padre le ha encomendado.
El que Andy y sus hermanos, porten costosa ropa de diseñador en actos públicos, vivan en condiciones de privilegio o vuelen en primera clase, resulta un insulto para el pueblo bueno, pero más para su padre, Andrés Manuel López Obrador, quien ha impulsado un movimiento nacional conocido como la Cuarta Transformación, que lleva un segundo sexenio en el poder y que tiene, como una de sus columnas, el principio de austeridad.
La casa encuestadora Rubrum reveló en septiembre del 2024 que Andy y José Ramón López Beltrán desgastaban la imagen AMLO.
Sin embargo, otra encuesta ejemplificó el valor del apellido del expresidente López Obrador, fue realizada por Lorena Becerra y presentada en Latinus en abril del 2025, reveló -en ese momento- que Marcelo Ebrard, secretario de Economía, encabezaba la preferencias electorales rumbo al proceso de sucesión presidencial del 2030, con 16 por ciento, sobre Omar García Harfuch y Gerardo Fernández Noroña con 11 por ciento cada uno, y López Beltrán, con el 7 por ciento; pero al explicar a las personas encuestadas que Andy es hijo del expresidente López Obrador, empató a Marcelo Ebrard en el primer lugar con 16 por ciento.
No es un secreto que Andy es una de las cartas fuertes de AMLO para la sucesión presidencial, y si los astros se alinean para él, podría ser presidente.
Lo cierto es que pasar de Andy a Andres Manuel, o de Andrés Manuel Primero a Andrés Manuel Segundo, sólo puede suceder ganándoselo a pulso, pagando derecho de piso, con trabajo y con méritos propios, no con exigencias de formas caprichosas.