Andrés Manuel López Obrador es acusado con frecuencia de ser una especie de símil de Donald Trump, aunque presume de ser un hombre de izquierda, mientras que nadie puede poner en duda que el magnate inmobiliario es un exponente de la derecha.
Sin embargo, el político de Macuspana montó en cólera hace poco durante un mitin de campaña y usó una frase coloquial -“no manches”-, para expresar su ira frente a las acusaciones de que es una suerte de “Trump tropicalizado o a la mexicana”, porque bien dicen que la política los hace iguales.
Eso parece válido cuando se habla de las semejanzas que existen entre ambos. Aunque uno de ellos es supuestamente de “izquierda” y el otro conservador o de “derecha”, ambos son similares: marrulleros, mentirosos, arrogantes, pendencieros, paranoicos, megalómanos y con un alta tendencia a acusar a los demás de los ataques de que son víctimas. López Obrador los llama “la mafia del poder” y Trump “la élite de Washington”.
Otra cuestión en la que han coincidido ambos dirigentes es en su desprecio a la clase política y su entramado burocrático. El tabasqueño ha mandado “al diablo” a las instituciones y Trump ha despotricado también contra algunos estamentos del poder corporativo estadounidense.
No cabe duda que nadie sabe para quién trabaja y ahora resulta que Donald Trump le dio un empujón a López Obrador, quien se encuentra ahora mejor posicionado en las encuestas, merced a su temida victoria, que alteró el equilibrio de fuerzas en México de cara a las elecciones presidenciales del 2018 a favor del dueño de Morena.
Según una encuesta difundida este lunes por el diario El Financiero, el 2 veces candidato presidencial -quien ahora va por su tercer y ¿definitivo? intento-, se vio catapultado en la opinión pública con el triunfo del magnate estadounidense.
En sentido contrario, la panista Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón fue la más perjudicada, de acuerdo con una encuesta levantada a nivel nacional. Según el sondeo, 8 de cada 10 mexicanos ve al republicano como una amenaza para México y al tabasqueño lo consideran el “presidenciable más apto para enfrentar” al futuro jefe de la Casa Blanca.
El recuento se realizó del 11 al 14 de noviembre y es el primero en llevarse a cabo después de los comicios en EU. Según el estudio, 24 por ciento de los mexicanos señala a López Obrador como el “más capaz ante las nuevas circunstancias” por encima de Margarita Zavala del Partido Acción Nacional (PAN), con el 17, y del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong 12 del partido Revolucionario Institucional (PRI).
De acuerdo con la medición, la derrota electoral de la candidata demócrata Hillary Clinton debilitó a Zavala, quien se perfilaba como puntera para las elecciones presidenciales del 2018 o por lo menos para vencer en la contienda interna de su partido.
Ahora, sin embargo, el 51por ciento de los encuestados considera que Zavala resultó debilitada mientras apenas el 31 estimó que se vio fortalecida con los resultados de los comicios estadounidenses.
El ex jefe de gobierno de la capital y actual presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), es un hombre astuto y sabe sacar raja política de las situaciones más adversas. Le apostó al triunfo de Trump, porque sabía que la derrota de Hillary podría dañar sus aspiraciones.
El hombre que estuvo a medio punto de vencer en 2006 a Calderón, llamó a tomar con calma y serenidad los resultados electorales en Estados Unidos y en un video difundido a través de Twitter, señaló que “no hay motivo de preocupación pues no hay que olvidar que México es un país libre, independiente y soberano”.
La encuesta de El Financiero indica que el 77 por ciento de los mexicanos cree que las relaciones con Estados Unidos serán “malas” una vez que el magnate republicano tome posesión de la presidencia de la nación vecina, y solamente el 17 por ciento estima que el gobierno de México está preparado para tratar exitosamente con el gobierno de Trump.
DONALD TRUMP-ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, EL PEOR DE LOS MUNDOS POSIBLES
Con Trump en el poder en Estados Unidos y López Obrador en México, sin duda alguna las cosas podrían ir pésimamente para nuestro país. Ese sería el peor de los mundos posibles, pues dos caudillos autoritarios ejercerían una especie de efecto de pinzas sobre los mexicanos.
Sin embargo, no debe dejarse de lado que justamente la victoria de Trump es un lubricante poderoso que podría galvanizar a las masas a favor de candidatos de su misma catadura. En Europa por ejemplo ya se habla que es inminente la llegada al poder en Francia de la candidata de derecha Marine Le Penn.
Frente a este riesgo, es necesario que los mexicanos unan fuerzas para cerrarle el paso a un “Trump a la mexicana” que empeoraría aún más la desastrosa situación que generará la presidencia del magnate en la Casa Blanca.
Posiblemente muchos crean que ya es suficiente con Trump en Estados Unidos y que en México difícilmente vamos a caer en una trampa populista. Sin embargo, desde hace meses algunos analistas han alertado sobre el riesgo de que el triunfo de Trump desate una oleada de sentimientos nacionalistas que favorezcan al dirigente de Morena.
Tony Payán, director del Centro Sobre México del Baker Institute de Rice University, señaló desde antes del resultado en las elecciones estadounidenses, que una victoria de Trump inclinaría en México la balanza hacia un discurso pro-lópez obradorista.
“Este beneficio no sería por alguna relación directa entre ambos sino simplemente porque las acciones de Trump en contra de la población mexicana en Estados Unidos -como la deportación de migrantes y el decomiso de remesas-, podrían llevar a los electores mexicanos a optar por un candidato que fortalezca el nacionalismo”, afirmó el experto.
“Después de haber sido tan buenos socios de Estados Unidos, tan obedientes del consenso de Washington, tan liberales y tan abiertos a este consenso, sería ilógico que se agacharán ante una embestida o una presidencia de Trump y me parece que es ahí donde candidatos nacionalistas podrían tomar ventaja de esto”, pronosticó el académico.
Es increíble pero Trump ha dicho hace poco que no promoverá un enjuiciamiento contra Hillary Clinton por el tema de los correos electrónicos. López Obrador también ha anunciado que una vez que gane la Presidencia de la República en 2018 “no habrá represalias ni persecución contra quienes se han beneficiado del poder”.
El PRI, el PAN y los otros partidos deberían prepararse para impedir que López Obrador gane las elecciones o de plano la población ponerse a rezar fervorosamente, porque con un populista en Washington y otro en México, entonces sí las cosas podrían ponerse más que negras para nuestro país.
GRANOS DE CAFÉ
… La diputada local Mariana Moguel Robles -hija de la secretaria de Desarrollo Urbano, Territorial y Agrario, y presidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Ciudad de México, donde como se sabe hace mucho que no tiene ni pies ni cabeza-, tuvo la genial ocurrencia de presentar una iniciativa de ley en la Asamblea Legislativa de la CDMX que castiga la “violencia mediática”.
¿Y qué diantres es ese terminajo? Pues según la legisladora y dirigente por “violencia mediática” se entiende aquella “publicación o difusión de mensajes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa e indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes” y que “injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres”.
Moguel Robles aparentemente se escuda en el tema de la igualdad de género para intentar que prospere otra “ley mordaza”, porque la publicación de mensajes a través de los medios de comunicación está amparado por las leyes de libertad de prensa y por el derecho constitucional a la libre expresión.
En su dogmática visión, Mariana Moguel cree que cualquier restricción a la libre expresión, que no es absoluta, pero está claramente acotada por la Constitución y por las ley de imprenta, se justifica siempre y cuando se considere que atenta contra la dignidad de las mujeres.
Parece ser que con esta ley mordaza lo que busca es que no aparezcan fotos desfavorables -que no muestren el mejor ángulo-, y mensajes que incomoden no a las humildes mujeres, comunes y corrientes, sino a las legisladoras o a las funcionarias públicas.
Su iniciativa se presta por supuesto a una interpretación subjetiva que puede convertirse en una restricción a la libre expresión de los mensajes a través de los medios de comunicación.
Si por ejemplo, a un periodista se le ocurre publicar la imagen de una legisladora durmiendo o utilizando su curul como una coiffeuse o mueble de tocador e incluso como soporte para el macramé, quizá puede ser acusado de “violencia mediática”.
También si el comunicador difunde información, fotografías o videos de una parlamentaria o funcionaria mientras profiere insultos o denuesta a una persona o exhibe sus posesiones y vestuario como usufructo ilegal de los dineros públicos, ello puede también caer en la categoría de “violencia mediática”.
Los funcionarios y legisladores quisieran ser intocables y no desean ser molestados ni con el pétalo de una nota por parte de algún fotorreportero o periodista.
Sin embargo, habrá que decirle a la hija de la secretaria Rosario Robles, que esto no es una cuestión de género, sino un tema de la libertad de prensa para denunciar la holgazanería, chabacanería y sobre todo la corrupción a la que desgraciadamente los malos político(a)s han habituado a los mexicanos.
Los periodistas están obligados a denunciar las lacras, los malos manejos y las componendas. Si en ellas se ve involucrada una mujer, el tema del género no aplica, por más que la priista Mariana Moguel quiera aplicarles leyes mordaza.
Esta no es más que una nueva embestida contra la libertad de expresión. Querer que se castigue la violencia mediática es pretender “castigar al mensajero” y no al emisor del mensaje.
El abuso de poder, el robo, el homicidio o la violencia, no exime a nadie, ni siquiera a las mujeres. Si un testigo como la prensa certifica que se cometió un delito, no tiene nada que ver la cuestión de género.
Moguel Robles también quiere que se castigue la llamada “violencia simbólica”, que se difunde a través de los medios en forma de “patrones estereotipados, mensajes, valores, iconos o signos que transmitan y reproduzcan dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales y culturales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”.
Entonces habrá que erigir una especie de Comité de Salud Pública del periodismo que se encargue de desmenuzar o analizar con lupa a todos los mensajes que surjan de los medios y que sean “sospechosos” de violencia simbólica y detener a mansalva a publicistas, redactores, directores, reporteros, cabeceros, redactores y correctores de estilo, por cometer este delito, aunque aluda a pillos de siete suelas y personajes siniestros de la política, involucrados en los más horrendos crímenes, sólo porque son mujeres y se les deba dar un “trato especial”.
Que absurda y torpe propuesta. Quizá la diputada debería mejor hacer algo para que su partido, el PRI, recupere la credibilidad perdida en años de latrocinio y corrupción.
…Durante el seminario internacional: “El Futuro del Trabajo, hacia la alianza estratégica para el trabajo y el empleo para jóvenes”, realizado este martes en la Ciudad de México, Isaías González Cuevas, secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), aseguró que la central a su cargo ha tomado como propio el compromiso de fortalecer el proceso educativo y la capacitación de los integrantes del movimiento obrero -mayormente jóvenes- para incrementar y democratizar la productividad, que debe ser el principal factor que determine el mejoramiento salarial.
En este encuentro se suscribió la Alianza Estratégica, para dotar de oportunidades de empleo a jóvenes, con programas de educación, capacitación y promoción de empleo.
Los firmantes fueron José Ignacio Rubí Salazar, subsecretario de Previsión Social de la Secretaría del Trabajo, Eviel Pérez Magaña, subsecretario de Desarrollo Social y Humano de la Secretaría de Desarrollo Social; Amin Anchondo, presidente de Jóvenes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y José Manuel Romero Coello, director del Imjuve, .
Allí, ante las bases que dan sustento y fortaleza a la central obrera, González Cuevas afirmó que su organización mantiene programas de apoyo para los jóvenes y las mujeres emprendedoras.
José Ignacio Rubí Salazar, subsecretario de Previsión Social de la Secretaría de trabajo y previsión Social (STPS) –en representación del titular de la dependencia Alfonso Navarrete Prida-, aseguró en su oportunidad, que la alianza estratégica por el empleo y trabajo para los jóvenes puede sentar un precedente importante para replantear diversos esquemas y formas a través de los cuales pueden lograrse varios objetivos.
Identificó cuatro ámbitos donde se circunscriben las principales necesidades de los jóvenes, entre ellos educación, empleo, deporte y recreación y las que se derivan del matrimonio.
Admitió que hay que revisar y replantear el andamiaje político institucional del país porque “no podemos seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes”, dijo y agregó que en el ámbito educativo -y más precisamente la capacitación-, la forma en que se ha venido operando pareciera no ser la más adecuada.
Coincidió con el dirigente nacional de la CROC Isaías González Cuevas, en el sentido de que no se puede seguir egresando a jóvenes de las escuelas de educación superior, cuyo fin sea el desempleo…Sus comentarios envíelos al correo [email protected]