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Descomplicado
Ni se quejen: así es Víctor Manuel Vucetich. En un equipo grande, son tan importantes las victorias como las formas. Quizá por eso, hoy muchos aficionados de Chivas están molestos porque en partidos como el del pasado sábado, ante Mazatlán, el técnico rojiblanco defiende el resultado cambiando de esquema. Se entiende el enojo. Lo que no es fácil de comprender es que son esos mismos seguidores quienes pedían su llegada.
El dicho popular está cargado de sabiduría: “Piensa muy bien lo que deseas… no vaya ser que se te cumpla”. Y todos los que hoy están enojados con el Rey Midas debieron tomar en cuenta desde antes que este es precisamente su estilo de dirigir. Ojo que no se trata de criticarlo, pues se trata de un técnico probadamente exitoso. Se trata, en todo caso, de comprender su forma de ver el futbol.
Si alguien desea ver el intrépido, valiente y hasta osado espectáculo de las Chivas de Hans Westerhof, tendrá que esperar sentado. Aquel futbol desbocadamente ofensivo del holandés no es lo que Vucetich ha privilegiado a lo largo de su brillante carrera como entrenador. ¿A qué le apuesta, entonces? Al equilibrio, que no es lo mismo que ser “defensivo”, como también se le ha catalogado.
Los equipos del Rey Midas parten del orden: ni se dedican sólo a defender, ni se dedican sólo a ofender. Por eso, la palabra es equilibrio. Y eso significa que, como buen estratega, los tiempos de cada partido serán los que dicten el juego que en ese momento buscará. Si un duelo lo permite y tiene jugadores con calidad en el campo, claro que puede golear. Pero si otro encuentro le orilla a defender con 11 hombres un 1-0, no se lo pensará para hacerlo.
Así es su forma de dirigir… y le ha dado muchos más éxitos que fracasos. Su fórmula está probada. Por algo es uno de los técnicos más cotizados del futbol mexicano. Tal vez por ese estilo que privilegia la obtención del resultado, la banca de los equipos más grandes del país se le había negado. Su paso por Cruz Azul no tuvo tanto brillo. En Chivas y América nunca había dirigido. Ahora tiene la gran oportunidad.
¿Con ese estilo puede triunfar en el Guadalajara? Por supuesto que sí. Aunque no cambiará. Jugará siempre con su librito en la mano. Porque eso le ha dado éxito a lo largo de una brillante carrera. En los equipos grandes, las formas importan. Pero en la carrera de Víctor Manuel Vucetich, la única forma que prevalece es el éxito. Cuando el trofeo en las manos, pocos preguntan cómo se consiguió.
Desde que llegó, calificó el reto como el más grande de su trayectoria. Y tiene que ver precisamente con eso: el convencer a una afición numerosa de que el triunfo está por encima de todo. Si cuenta con respaldo de la directiva, seguro puede lograr cosas importantes en Chivas. Pero también necesitará comprensión por parte de la nación rojiblanca, que demanda (con razón) las buenas formas que deben acompañar a un equipo grande.
Algunas veces ganará holgadamente, otras lo hará como el sábado pasado: defendiendo con uñas y dientes un gol de diferencia. Así era cuando muchos pedían su llegada a Chivas. Así es hoy en la banca rojiblanca y probablemente así seguirá siendo el resto de su carrera, porque no hay razón para cambiar una fórmula que tanto éxito le ha dado. Ni para qué quejarse…