El presupuesto es un laberinto
MORELIA, Mich., 29 de marzo de 2020.- El discurso lopezobradorista sobre los impactos del coronavirus dio un dramático vuelco el sábado, con el alarmante llamado del vocero Hugo López Gaell para que, ahora sí, todo mundo se quede en su casa.
El académico Federico Berrueto, director del Gabinete de Comunicación Estratégica y experto investigador social, advierte sobre la vulnerabilidad del gobierno federal ante la grave realidad, y plantea la necesidad de que la sociedad nuevamente se organice para superar a la pandemia.
En tu columna Juego de Espejos de este domingo en Milenio reconoces tímida e incipientemente un cambio de actitud del presidente López Obrador ante la crisis de la pandemia del Covid 19…
—Es encomiable que el Presidente haya cambiado de actitud en el tema de salud pública. Me temo que es tarde. Además, es su responsabilidad el estado lamentable del sistema de salud, no del todo, pero tuvo tiempo para enmendar lo heredado y en cambio está peor de como lo recibió. Así nos toma la crisis de salud más grave que haya conocido el país. El Presidente perdió mucho tiempo, además fue un mal ejemplo, todavía hace siete días pedía que la gente saliera de sus casas, que llevara una actividad normal. Un error muy serio que, ojalá y no sea el caso, lo vamos a pagar en vidas. El Presidente cambió de actitud, pero muy, muy tarde. Ha sido lamentable su frivolidad con un tema tan grave y serio como es la pandémica del Covid 19.
—Pareciera que estás en el grupo de los pesimistas. ¿Es así..?
—Más bien estoy en el grupo de los realistas. En el texto invoco un documento suscrito por un buen número de expertos y ex funcionarios del sector salud que hace referencia a las faltas, las preocupaciones y lo que debiera hacerse frente a la amenaza. Ellos, no yo, echan en cara que el Presidente asuma una actitud en extremo irresponsable. Ellos dicen que se está actuando a destiempo y que lo que se avecina es muy desafiante para el sistema público y privado de salud. Destaco dos aspectos: la indolencia de las autoridades para realizar pruebas a posibles contagiados que permitieran contener la amenaza, hecho irrefutable por la manera como operaron los puertos fronterizos y los aeropuertos, y el abandono que hay en términos de equipamiento y elementos para que los profesionales de la salud puedan actuar sin el riesgo del contagio. No se aprendió de lo que hicieron bien los países que pudieron ganar la batalla. Creo que el señor Hugo López Gatell informó mal al Presidente. El escenario más pesimista para él es de 2 mil decesos. Creo que no se sostiene una afirmación como tal, aunque de todo corazón desearía que tuviera razón y todavía más, que no hubiera baja alguna.
—¿Cuál es tu fuente para acusar que doctores y enfermeros no tienen equipo de protección?
—Lo que ocurrió antes de la crisis. Está documentado que en muchos hospitales púbicos no tienen lo elemental. Además, ha habido movimientos en diversas ciudades del país en las que médicos han denunciado la falta de equipo para enfrentar el problema, incluso el de su protección. Es evidente que no estamos preparados y mi llamamiento es que la primera línea de batalla que está integrada por los médicos, enfermeros y personal médico cuente con los elementos para actuar sin exponerse.
TAREA SOCIAL
—¿Por qué llamas a la sociedad y no a las autoridades para que actúen en consecuencia?
—Está más que documentada la indolencia de este gobierno y su irresponsable conducta frente al problema de salud, que en realidad no es muy distinto a lo que ha acontecido con otros gobiernos. La salud siempre se ha visto como un rubro costoso sobre el que hay que ahorrar. Siendo realista es posible que el gobierno federal niegue el problema y por lo mismo no se tenga respuesta. La sociedad ha actuado por delante del gobierno y precisamente por esto es que recomiendo que se apoye al personal que tiene que ver con la salud. Si España que nos lleva la delantera ha estado en mora en este sentido, ya nos podemos imaginar lo que sucederá en México.
—¿Realmente crees que lo que está sucediendo en varios países de Europa como Italia, Francia, Inglaterra y España se pueda repetir en México?
—El presidente López Obrador está mal informado. Él dice que atiende las recomendaciones de expertos y científicos. No lo creo. Si así hubiera sido, habría actuado de manera diferente y no esperarse hasta el último para cambiar de actitud. En México apenas está empezando lo que ya tiene varias semanas en otros países. Considero que Hugo López Gatell abandonó su condición de experto, para volverse un político oportunista. Así fue evidente cuando el Presidente en días pasados dijo que en la tercera semana de abril la situación regresaría a la normalidad y el subsecretario dijo públicamente “más o menos”. En realidad el doctor ha dicho que hasta agosto debemos estar preparados, pero ante el Presidente dice una cosa y con el público otra. Es deseable, como he dicho, que los escenarios optimistas del gobierno se hagan realidad. ¿Pero qué sucede si no? Simplemente que no estamos preparados para un reto de tal magnitud y que a la mejor, con todo lo lamentable de lo que ha ocurrido en Italia y España, en un mes nos estemos mirando en ese mismo espejo si no es que todavía peor.
—Consecuentemente no crees en las cifras oficiales…
—El problema no es creer, sino evaluar con objetividad lo que está sucediendo. Es evidente que hasta el viernes el Presidente tuvo información de lo que podría ocurrir y que posiblemente los datos que estaba recibiendo eran demasiado optimistas. México está apenas unas tres o cuatro semanas antes de EU, Italia o España. Las cifras de contagiados crecen de manera exponencial y también las defunciones. Es cuestión de una o dos semanas para identificar la magnitud del problema. No actuamos a tiempo. Fue responsabilidad el gobierno federal. Los gobiernos locales, aunque tarde, algo hicieron. El Presidente fue complaciente en extremo. No se vale que bajo el argumento de cuidar la economía, se hayan pospuesto determinaciones que afectan la salud pública. El Presidente fue omiso al no participar en la primera sesión del Consejo Nacional de Salubridad. Hay una falta muy grave del Presidente. No es invento de los enemigos, de los fifís o de los conservadores. Es su conducta que tendrá que asumir las consecuencias si es el caso de un contagio generalizado por no haber actuado con oportunidad.
—Es lo mismo que hicieron Donald Trump, Boris Johnson y Jair Bolsanaro. ¿No es así?
—Sí, el populismo es irresponsable en extremo y ellos ahora se arrepienten de no haber actuado con mayor oportunidad. Sus sociedades se lo reclaman. Al menos Inglaterra y EU cuentan con capacidad económica, aunque la amenaza les está costando muchas vidas. Nosotros en México no sabemos todavía lo que habrá de acontecer. Desde luego que lo deseable es que no llegue a mayores y que las cifras optimistas del gobierno se hagan realidad.