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Libros de ayer y hoy
En el reciente 5º informe de Ricardo Villanueva, rector de la Universidad de Guadalajara (UdG), se reafirma una vez más la continuidad de un legado que se remonta a sus años de estudiante y a su relación con Raúl Padilla, el indiscutible líder moral de la UdG. La historia de Villanueva no solo es un testimonio de perseverancia y dedicación, sino también de conexiones y amistades clave que lo catapultaron al poder universitario.
Una Amistad Decisiva.
El vínculo entre Villanueva y Raúl Padilla no es casualidad. La amistad entre Padilla y el padre del actual rector data de sus años de juventud, forjando una relación que eventualmente influiría en la carrera de Villanueva. Fue una de las peticiones del padre de Ricardo que Padilla impulsara la carrera política de su hijo, y así lo hizo.
Desde los Primeros Pasos.
La trayectoria de Villanueva comenzó en la preparatoria número 7, donde fue vicepresidente de la sociedad de alumnos. Ahí conoció a Aristóteles Sandoval, con quien formaría una amistad duradera que continuó en la facultad de derecho. Mientras Sandoval no lograba la presidencia del alumnado, Villanueva lograría convertirse en consejero general universitario, lo que le abriría las puertas para contender por la presidencia de la Federación de Estudiantes Universitarios.
Forjando Alianzas y Adquiriendo Poder.
Uno de los momentos más significativos en la carrera de Villanueva fue su papel como vínculo entre Raúl Padilla y el entonces presidente municipal y posterior gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval. Este rol como interlocutor, le permitió formar parte del gabinete de Sandoval como súper Secretario de Administración, Planeación y Finanzas. Aunque perdió en su intento por la alcaldía de Guadalajara frente a Enrique Alfaro tres años después, Villanueva construyó una relación importante con el emecista, sirviendo de enlace entre Alfaro y Padilla.
Conflictos y Lealtades.
A pesar de la amistad con Alfaro Ramírez, las diferencias políticas entre este y Raúl Padilla, heredadas de viejas rencillas con el padre del gobernador, se intensificaron, afectando la relación entre el gobierno estatal y la UdG. Villanueva, aunque cercano a Alfaro, siempre permaneció leal a Padilla, evidenciando una fidelidad inquebrantable.
La Herencia del Poder.
Con Raúl Padilla enfrentando algunos problemas de salud y supuestos conflictos legales, la decisión de ceder el poder a Villanueva fue inevitable. Según se dice, Padilla dejó cartas póstumas en las que confiaba el control al actual rector, un gesto que consolidó la posición de Villanueva como heredero legítimo de su mentor.
Un Futuro Prometedor.
Cinco años después, Villanueva se presenta fortalecido. Su capacidad de reunir a toda la clase política de Jalisco en su informe refleja el aprendizaje y la visión de su mentor. Ahora, su reto es mantener la autonomía universitaria y el control político que representa la UdG. Con un presupuesto constitucional asegurado y alianzas estratégicas con figuras como Claudia Sheinbaum y el gobernador electo Pablo Lemus, Villanueva parece estar preparado para enfrentar los desafíos futuros y continuar el legado de Raúl Padilla.
La historia de Ricardo Villanueva es un ejemplo de cómo la política y las alianzas pueden moldear una carrera política. Además de que la lealtad premia en abundancia.