
Tortas para los tragones
El fin de una era deficiente de recolección de basura
El próximo 5 de abril marcará el fin de una etapa en Tonalá: la empresa Caabsa dejará de operar el servicio de recolección de basura, y el municipio retomará el control de esta función esencial. La decisión del alcalde Sergio Chávez no es aislada, sino parte de un cambio más amplio en la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde los gobiernos locales han comenzado a recuperar la administración de los servicios públicos.
Guadalajara fue el primer municipio en tomar esta determinación. Desde diciembre del año pasado, la recolección de basura quedó en manos del ayuntamiento tras concluir el contrato con Caabsa. Ahora es Tonalá el que decide seguir el mismo camino y deshacerse de una empresa que, durante años, mantuvo el control de la recolección de desechos, cobrando sumas millonarias por un servicio que dejó mucho que desear.
Las quejas ciudadanas por la acumulación de basura fueron constantes en los últimos años. La recolección era irregular, los camiones no pasaban con la frecuencia necesaria y en varias colonias se formaban montones de desechos que ponían en riesgo la salud pública. En lugar de mejorar, la empresa se concentró en litigar para prolongar sus contratos y evitar que los municipios retomaran el control del servicio.
El problema con Caabsa no era solo la ineficiencia, sino la manera en que operaba el negocio. La recolección de basura es una función básica de cualquier ayuntamiento, pero durante décadas se manejó como un monopolio privado con condiciones que beneficiaban más a la empresa que a los ciudadanos.
Este cambio en Tonalá y Guadalajara deja abierta la posibilidad de que otros municipios metropolitanos sigan el mismo camino. Se ha propuesto la creación de una Agencia Metropolitana de Gestión de Residuos para mejorar la administración del servicio y evitar que vuelva a quedar en manos de empresas que no cumplan con su labor. Sin embargo, la municipalización también implica un reto: los gobiernos locales deberán demostrar que pueden manejar la recolección con mayor eficiencia y sin aumentar costos.
El fin de la relación con Caabsa es un paso en la dirección correcta, pero no es suficiente. Ahora la prioridad debe ser garantizar que el nuevo modelo funcione bien, que la recolección sea eficiente y que la basura deje de ser un negocio privado para convertirse en un servicio público digno y transparente.