Todos los días, cuando el Presidente de las República y su equipo ven que no alcanza el dinero se preguntarán: ¿cómo fue que se dilapidó la riqueza energética?; ¿Cómo fue posible que el país transitara del éxtasis de “la abundancia” –en tiempos de José López Portillo– a la agonía de la quiebra?; ¿Cómo explicar el ingreso de miles de miles de millones de dólares en las últimas casi cuatro décadas cuando hay más y más pobreza?
En la memoria vive el recuerdo de cuando se nos anunció el “maná” petrolero. En aquellos tiempos hubo quienes, con sospecha, afirmaban que las reservas petroleras se guardaron en el más absoluto secreto para evitar envidia y codicia de intereses extranjeros.
Resulta inaceptable entender que los ingresos petroleros se fueron a la coladera por falta de previsión, dispendio, irresponsabilidad, apatía, y una larga lista de justificaciones e incapacidades de gobiernos que han ido y venido provocándola tragedia.
Ante esta realidad, el nuevo director de Pemex, José Antonio González Anaya, acota la debacle, y propone soluciones.
Tome nota.
–Hay una pérdida acumulada de 521 mil 607 millones de pesos, el año pasado, casi el doble de las pérdidas en 2014.
–Los impuestos, derechos y aprovechamientos representaron 400.7 por ciento del rendimiento de operación en 2015, es decir, el fisco, devoró otra vez a la gallina de los huevos de oro con avidez cavernícola.
–La deuda financiera total de Pemex se ubica en un billón 493 mil 400 millones de pesos, equivalente a 86 mil 800 millones de dólares.
–Las obligaciones que Pemex tiene con proveedores asciende a 147 mil millones de pesos, de los que sólo ha pagado 20 mil…
González Anaya reconoce que la empresa tiene un problema de liquidez, no de solvencia. Explica que el recorte por cien mil millones de pesos permitirá buscar nuevos esquemas de capitalización. Advierte que el serrucho amputará parte de la burocracia corporativa, pospondrá inciertos proyectos de exploración y buscará socios para refinación, todo para incrementar la productividad y racionalizar el uso de escasos recursos; adelanta una nueva estrategia en el gasto de operación ante la caída de 25 dólares en el precio promedio del barril de crudo…
Respuestas contundentes ante lo apremiante.
El caso es que Pemex pasa aceite… ¿y el “oil” no circula?
¡Ay nanita!
EL MONJE DEPRIMIDO: Pemex está peor que hace 30 años y no hay responsables, solo culpables, todos empeñados en justificaciones, que son las peores de las explicaciones.
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