España, en la insólita incertidumbre
A golpes de crisis económica, escándalos de corrupción, desconfianza y hartazgo, los españoles parecen marchar rumbo a la ingobernabilidad.
Los resultados de las elecciones generales celebradas este domingo dibujan un Parlamento fragmentado; un rompecabezas con cuatro piezas difíciles de encajar.
Quedó demostrado que esta vez no hubo mayorías claras; que el debate español ya no es sólo entre la derecha gobernante y la izquierda aspirante, sino un abismo entre lo nuevo y lo viejo.
España emprende la búsqueda de nuevas alternativas políticas. A la derecha representada por el Partido Popular (PP) y a la izquierda encarnada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ahora se suma el desafío de dos partidos emergentes: Podemos y Ciudadanos.
La nueva conformación política refleja a una sociedad plural, imposible de ser representada por los dos partidos hegemónicos tradicionales –como ha ocurrido en los últimos 33 años–. Los electores dejaron clara la imperiosa necesidad de encontrar nuevas alternativas políticas.
Los datos oficiales dan al Partido Popular (PP) 123 diputados –63 menos que en 2011); queda muy lejos de alcanzar la mayoría absoluta.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con 90 escaños (20 menos de los que tenía) queda en segundo lugar, aunque mantiene el liderazgo de la oposición e incluso podría buscar una mayoría alternativa en alianza con otros partidos de izquierda y nacionalistas.
Los izquierdistas de Podemos obtuvieron 69 asientos, mientras que los derechistas del partido Ciudadanos se quedan en cuarta posición con 40 diputaciones, muy lejos de sus expectativas.
Aunque el PP ganó más votos no logró la mayoría absoluta de 176 escaños necesarios para que Mariano Rajoy pueda formar gobierno y repetir como Presidente; para lograrlo requiere aliarse con el partido Ciudadanos y otros más.
El PSOE, necesitaría un virtual pacto de toda la izquierda lo cual le sería insuficiente.
Por ahora, la única certeza es que España entrará en una nueva etapa política que reclama acuerdos indispensables y tal vez impensables.
Mientras, la sombra de la ingobernabilidad pinta, como nunca antes, un cuadro de insólita incertidumbre.
DATO DURO: Este lunes PRD y PAN anunciarán alianzas electorales rumbo a 2016; irán juntos en Tlaxcala, Oaxaca, Puebla, Durango y Veracruz. La coalición para Zacatecas y Tamaulipas quedará pendiente; el PRD tendría que aceptar la designación de una mayoría de candidatos panistas en ambas entidades.
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