Presentan programa del Maratón Internacional Guadalajara
GUADALAJARA, Jal., 15 de abril de 2020.- Sin ninguna capacitación y sin medidas de protección al Covid 19, como lo es un cubrebocas o guantes, las llamadas “toritas” intensifican su llamado operativo “Salvando vidas”.
Quadratín Jalisco, obtuvo el testimonio de una automovilista que se dice afectada por la práctica de este operativo, que considera pone en riesgo de contagio de Covid 19 al automovilista y a ellas mismas.
Dice que “las toritas” no están capacitadas y el riesgo se presenta al momento de hacerlos soplar; a muy corta distancia, unos cinco centímetros; un aparato que nadie garantiza esté desinfectado y más si se toma en cuenta que el Covid 19 es altamente contagioso y su principal vía de admisión es la boca.
Pero no sólo denuncia ese riesgo de contagio, Montserrat Hernández, habla a Quadratín Jalisco de la amarga experiencia que pasó en Semana Santa, cuando una agente vial, la paró y amenazó con retenerla al dar positivo en el alcoholímetro, sólo porque tenía sus manos impregnadas de gel antibacterial y de alcohol.
Ella vive en un fraccionamiento a la salida del sur de la ciudad, y al regresar a su casa luego de acudir a una cita médica y de haber comprado su despensa, tardó casi dos horas, en el congestionamiento vial que ocasionaba el llamado “torito”.
Cuando llegó al punto, la retuvieron. Recién se había impregnado las manos con gel y alcohol porque había estado en lugares públicos y quería prevenir, además de que su carro luego de casi dos horas en el sol y el calor, se había impregnado también del olor a alcohol.
Le hicieron la primera prueba, también la agente vial sin protección alguna, y salió positivo. Una segunda prueba e igual, positivo.Ella explicó varias veces y hasta mostró su mandado a la “torita” que venía de las compras y que se había puesto gel y alcohol en las manos, a lo que la agente vial respondió que si daba positivo en una tercera ocasión, la tendría que retener como positiva.S
e asustó y le dijo que no tenía por qué amenazarla así cuando no había bebido nada de alcohol, sin embargo, ya afuera del auto, esperaron un momento, le volvieron a aplicar la prueba y ya salió negativo.
Finalmente no la retuvieron, pero asegura Montserrat, sí fue una situación de estrés para ella y reflexiona sobre lo que puede pasar con madres de familia que al igual que ella, se frotan las manos de gel y alcohol y son retenidas.
Por ello, pide a la autoridad que cesen este tipo de acciones y más que nada, que capaciten a su personal, que dice sólo causan temor y desinformación.
Se tiene el reporte de otra automovilista que se negó a que le hicieran la prueba del alcoholímetro argumentando su derecho de no querer poner en riesgo su salud de ser contagiada, y fue amenazada, le señalaron que si no se dejaba hacer la prueba, la tendrían que retener por 36 horas.