Presentan programa del Maratón Internacional Guadalajara
GUADALAJARA, Jal., 9 de junio de 2020.-A diferencia de lo que ha ocurrido en los últimos días con las protestas en Guadalajara para pedir #JusticiaParaGiovanni con manifestaciones que terminan en violencia y detenidos, este martes cerca de 300 estudiantes de la Universidad de Guadalajara marcharon desde la Normal hasta Casa Jalisco sin causar daños y sin que resultaran personas lesionadas.
Gritando consignas donde también exigían justicia por las desapariciones forzadas del viernes en la tarde de decenas de personas que sólo querían manifestar su inconformidad con el asesinato de Giovanni López, avanzaron sin contratiempos sobre Ávila Camacho, Circunvalación y López Mateos hasta llegar a Manuel Acuña, sin que se registraran ni siquiera pintas de negocios.
Algunos curiosos salieron a tomar fotos y videos, otros comercios bajaron sus cortinas al paso del contingente por temor de que se registrara el vandalismo de días pasados, pero no pasó de algunos insultos a las autoridades y cantos.
Al llegar a Casa Jalisco pidieron un minuto de silencio por las víctimas de la violencia en Jalisco, con el puño levantado al aire frente a un inmueble protegido por vallas metálicas y por agentes de vialidad y policías municipales, todas mujeres, resguardando el lugar.
Fue en este punto donde los inconformes leyeron un manifiesto, un reclamo al Gobierno del Estado por los hechos del jueves, viernes y sábado.
Una de las voceras explicó que no fueron los manifestantes los que generaron la violencia: “Lo que mostraron únicamente fue la imagen de dos patrullas incendiadas y un policía al que le prendieron fuego, incluso Alfaro dijo que los policías actuaron de manera pacífica, en Calle 14 muchos nos retiramos por aviso de los desconocidos, pero no todos tuvieron la misma suerte, muchos fueron levantados y después tirados, les quitaron sus pertenencias, los golpearon, les dijeron que los iban a descuartizar, a desaparecer y a entregar al cartel.”
Y así como este, otros testimonios, como el de un joven quien recriminó que las fuerzas públicas los rociaron con gas pimienta el jueves, y el que dijo fue el secuestro de dos de sus amigas en las inmediaciones de Calle 14 para después encerrarlas en unas jaulas.
Tal como llegó, la manifestación terminó sin agresiones, algunos gritos y consignas, con el puño en alto contaron hasta el 43 para recordar a los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, recriminaron que el gobernador, Enrique Alfaro no atendiera sus demandas y se retiraron del lugar casi a las 9 de la noche.
Mencionar que al iniciar la marcha, los organizadores emitieron una serie de recomendaciones de seguridad para evitar ser víctimas de agresiones, como mantenerse unidos, compartir su ubicación en tiempo real con un conocido, e incluso pintarse en el cuerpo su nombre y tipo de sangre en caso de una emergencia.
Aunque este contingente no se identificó con nombres y apellidos por temor a represalias, dijeron ser estudiantes de la Universidad de Guadalajara, pero se deslindaron de la Federación de Estudiantes Universitarios y de las propias autoridades de la Casa de Estudios porque afirmaron que no los representan.