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GUADALAJARA, Jal., 27 de enero de 2020.-El 13 se septiembre de 1973 estaba programada la inauguración de la exposición Orozco, Rivera, Siqueiros. Pintura mexicana junto a una muestra de artesanía y 1500 libros mexicanos en el Museo de Bellas Artes de Santiago; evento que fue cancelado por el golpe militar del 11 de septiembre del mencionado año y el bombardeo del Museo chileno.
Las 169 pinturas, grabados y dibujos que la integraron se presentan en el MUSA junto con documentación y videos del aciago suceso y la experiencia de los encargados de la misma durante los días posteriores al golpe militar hasta su embalaje y regreso a México.
El núcleo principal de la muestra lo conforman las pinturas, dibujos y grabado de los tres grandes muralistas; pertenecen a la colección del Museo de Arte Carrillo Gil. En medio de la sequía de exposiciones impuesta por la Secretaria de Cultura de Jalisco, que mantiene la mitad de sus galerías cerradas y la escasa calidad de las pocas exposiciones presentadas en el Cabañas y el Ex Convento del Carmen; La exposición pendiente resulta muy estimulante para el público de Guadalajara. Por la sencilla razón de poder apreciar pintura, grabados y dibujos de estos artistas fundamentales en la Historia del Arte mexicano.
Todo es extraordinario, el núcleo de Orozco está conformado por obra realizada durante su estancia en Nueva York (1927-1934) y la década siguiente a su regreso a México, nunca vistas en Guadalajara; su autorretrato de 1928, dibujos de la serie “México en guerra”, que destacan por su magistral manejo del dibujo expresividad y solución compositiva en pequeños espacios, entre las pinturas hay que detenerse en “colinas mexicanas” en donde se aprecian formas y colores de sus futuros murales; “ El Invierno” que muestra perfiles de neoyorkinos cuya frialdad va más allá de lo climático. De La pintura de caballete realizada por el pintor en la década de los años cuarenta hay pinturas que muestran la vida nocturna de la ciudad de México en los inicios del desarrollo estabilizador, en “cabaret mexicano”, “cabaret popular” o “riña en cabaret” , magistrales ejemplos por su expresividad y composición de pintura de caballete; explorar el Orozco goyesco o sarcástico en el aguafuerte “La loca” o la pintura “pomada y perfume” concluye este espacio con 3 pinturas de la serie “teúles” inspirados en la conquista de la Nueva Galicia.
No menos sorprendente son las 5 pinturas cubistas de Diego Rivera, cuadros realizados durante su estancia parisina, nos presentan un Diego poco conocido interesado en las vanguardias y la experimentación, fragmentación de espacios, composiciones cromáticas audaces son visibles en el retrato del intelectual ruso Maximiliano Volonchine, “Pintor en reposo” o el arquitecto, se aprecia un cuidados y geométrico estudio del espacio y una exploración cromática.
La obra de Siqueiros no es menos impactante, sus cuadros realizados con piroxilina en donde experimenta con ideas futuristas como “Aeronave espacial” de 1956 , “Abstracción” o los de tema social como la “La muerte de Maclovio Herrera” o el emblemático cuadro “Niña Madre” en el que una menor carga sobre su espalda a su hermano más pequeño; hay también bocetos y pinturas para “Tormento de Cuauhtémoc” y el primer apunte para su mural del castillo de Chapultepec, en “Barranca” (paisaje veracruzano) o en “tres calabazas” se percibe una búsqueda de nuevos manejos del color y las texturas.
La exposición pendiente, es una oportunidad para acercarnos a las propuestas renovadoras de estos tres artistas, su interés por experiencia plástica va más allá de la temática y sus contenidos para dejar las bases de la pintura contemporánea de México.