GUADALAJARA, Jal., 27 de agosto de 2019.-Siete virtuosos convocados ante teatro lleno, para festejar, en Guadalajara, cincuenta años del lanzamiento legendario del álbum «In the court of the Crimson King». King Crimson dictó cátedra en su primera presentación, anoche en el Teatro Diana.

Robert Fripp, guitarrista y líder de la banda, estuvo a la altura de emblemas de la lira progresiva, cono Gilmour o Howe.

Tony Levin, bajista del épico Double Fantasy, de John Lennon, quien integra desde 2004 a Crimson, deslumbró con un solo de bajo, impecable.

Otra leyenda, que acompaña a Fripp desde el origen, mostró al público tapatío su destreza en los alientos, sax alto, tenor y flauta transversal: Mel Collins

Jakko Jakszyk lució sus cualidades vocales. El músico británico, con seudónimo polaco, segunda guitarra y voz, provocó coros en los asistentes, durante la interpretación de los éxitos clásicos de la banda, como «lark’s tongues in aspic».

Y si bien estos cuatro son maestros en su desempeño, el show lo robaron las percusiones. La banda integró tres baterías, en tonos grave, medio y alto, que a veces sonaron como una sola, y en ocasiones retumbaron a contratiempo.

Par Mastelotto, Jeremy Stacey y Gavin Harrison encendieron a fans de dos generaciones con sus solos y sus diálogos entre tambores y platillos.

La apoteosis llegó al final de 2 horas y media de sonidos tan actuales que parece irracional que algunos fueran compuestos hace 50 años. El climax obligado fue el tema que justifica esta gira por la CDMX y Guadalajara: «In the court of the Crimson King».

Hoy la despedida de esta emblemática banda del rock progresivo, de nuevo en el Teatro Diana.