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CIUDAD DE MÉXICO, 7 de octubre de 2020.- La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lamentó, en Twitter, el fallecimiento del doctor Mario Molina, distinguido universitario y Premio Nobel de Química 1995.
A los 77 años de edad, murió el nacido en la Ciudad de México el 19 de marzo de 1943 y quien ganó el Premio Nobel por su trabajo en química atmosférica, y particularmente en lo concerniente a la formación y la descomposición del ozono.
En su autografía, en el sitio www.nobel.unam.mx, Henríquez de Molina destacó que «cuando elegí por vez primera el proyecto de investigación sobre el devenir de los clorofluorocarbonos en la atmósfera, fue simplemente por curiosidad científica.
«No consideré en ese momento las consecuencias ambientales de lo que Sherry y yo comenzábamos a estudiar. Me emociona y me mueve a humildad el que pude hacer algo que no sólo contribuyó a nuestra compresión de la química atmosférica, sino que también tuvo profundas repercusiones en el medio ambiente global».
Y subrayó que uno no de los aspectos más gratificantes de su trabajo fue la interacción con un grupo inmejorable de colegas y amigos de la comunidad internacional de científicos atmosféricos.
«Valoro en verdad estas amistades, que han perdurado en muchos casos por veinte años o más, y que espero que se mantengan por muchos años más. Considero que este Premio Nobel representa un reconocimiento al excelente trabajo de mis colegas y amigos en el campo del agotamiento del ozono estratosférico».