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GUADALAJARA, Jal., 16 de julio de 2020.-. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), más que un tratado, es un mal acuerdo de divorcio entre México y Estados Unidos, consideró Oscar Cruz Barney, quien es abogado especializado en derecho del comercio internacional y arbitraje comercial durante un webinar “Del TLCAN al TMEC”, presentado por el Capitulo Occidente del Ilustre Nacional Colegio de Abogados de México.
Durante la ponencia, el también historiador del Derecho, investigador jurídico, escritor, conferencista y académico mexicano, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, detalló las ventajas y desventajas del nuevo tratado, el cual consideró que “es mejor tenerlo a no tenerlo”.
Cruz Barney dijo que México cuenta con una red de 12 tratados de libre comercio con 46 países; 32 acuerdos para la promoción y protección recíproca de las inversiones con 33 países y; 9 acuerdos de alcance limitado en el marco de la asociación latinoamericana de integración.
Además de participar activamente en organismos y foros multilaterales y regionales como la Organización Mundial del Comercio OMC, el Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico OCDE.
Por tal razón, Cruz Barney, explicó que México tiene una gran diversidad de oportunidades de negocios entre ellos con Estados Unidos y China, sin embargo, con esta última no cuenta con un tratado de libre comercio, a pesar de que existen acuerdos que representan el 60% de los negocios en la región asiática.
En un recuento cronológico desde antes de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el jurista mexicano destacó que en la actualidad, México es la segunda economía más importante de Latinoamérica y la decimocuarta del mundo.
Según los pronósticos -añadió- para el 2050 será la octava en el mundo, pero esto de acuerdo a balances previo a la pandemia del coronavirus.
Al hablar del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Cruz Barney recordó la compleja historia entre México y Estados Unidos, quien es nuestro actual aliado comercial.
Recordó que el TLCAN se convirtió en el tratado más importante comercial entre los tres países (Estados Unidos, Canadá y México), el cual estuvo sujeto a varias revisiones, modificaciones y acuerdos al interior de los poderes legislativos de sus tres integrantes.
Señaló que tras la amenaza de Donald Trump de salir del TLCAN, se consolidó con su llegada al no prosperar las negociaciones entre las partes, dando inicio a lo que se hoy representa el llamado TMEC, el cual fue firmado por el senado mexicano el 19 de junio de 2019, en enero de 2020 por Estados Unidos y en marzo de 2020 por Canadá.
El TMEC, añadió, está integrado por 34 Capítulos, IV Anexos, 10 Instrumentos Bilaterales, así como cartas paralelas en diversos temas como el sector automotriz, cooperación ambiental y verificación aduanera, entre otros.
Este nuevo tratado incluyó también temas de política de competencia laboral, medio ambiente, Mipymes, competitividad, corrupción, macroeconomía y comercio digital, además de anexos sectoriales en sustancias químicas, productos cosméticos, tecnología de la información y de la comunicación, eficiencia energética, dispositivos médicos y productos.
Destacó que como ventajas de este nuevo tratado, se cuenta con rubros como el comercio electrónico, política de competencia, la inclusión de pequeñas y medianas empresas y el combate a la corrupción, apartados que no contaba su antecesor tratado.
En tanto que las desventajas, Cruz Barney dijo que es mucho más difícil la inversión debido a que se deben de realizar negociaciones que tardarían hasta 30 meses, cuando anteriormente era sólo un año.
Aunado a ello, este tratado tiene una vigencia de 16 años, lo cual genera incertidumbre a la continuidad del mismo. “Esto no ayuda a la certeza de contar con inversiones”, destacó el jurista mexicano.
Sin embargo también destacó, la importancia de poder atender los temas laborales que impactan en beneficio de los trabajadores, así como de la protección ambiental.
“Por un lado la prohibición del trabajo forzoso y del trabajo infantil, así como el derecho a un medioambiente adecuado”, son unos de los rubros novedosos dentro de este nuevo acuerdo comercial, expresó, al señalar que a pesar que en algunos rubros México ha salido beneficiado, apegarse a las cláusulas impuestas por Estados Unidos y negociadas el nuevo gobierno mexicano, hace que este TMEC se convierta en más que un tratado, un mal acuerdo de divorcio con el vecino país del norte.