En la final de trampolín de 3 metros, los mexicanos no pudieron acercarse al podio después de 6 clavados al sumar 405.30.
En su último clavado, aún con aspiraciones de la medalla de bronce, previo a lanzarse las lámparas del complejo acuático se prendieron y encandilaron a los dos clavadistas.
Jahir y Rommel pidieron repetir el clavado tras la distracción y aunque en primera instancia les habían concedido los jueces la repetición, cambiaron de opinión con los clavadistas en el trampolín y no pudieron lanzarse nuevamente.
Perdieron en los últimos instantes el podio y para sorpresa de todos, Gran Bretaña impidió la hegemonía de China en clavados al obtener oro; Estados Unidos se quedó la plata y los chinos lograron el bronce.