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GUADALAJARA, Jal,. 26 de septiembre de 2020.- El mítico guardameta español, Iker Casillas, sostuvo una plática virtual con 10 mil becarios mediante el evento México Siglo XXI, organizado por la Fundación Telmex Telcel. Casillas, quien obtuvo múltiples logros en su carrera deportiva, reveló muchas de sus experiencias (buenas y malas) vividas en el futbol.
La charla comenzó cuando tocó el tema de su infancia, donde a los 9 años de edad, fue ingresado a las Fuerzas Básicas del Real Madrid y agradeció el tener unos padres estrictos, pues mientras su padre le exigía en el tema deportivo, al llegar los elogios era su madre quien le ponía los pies sobre la tierra.
“Yo creo que cuando eres pequeño tienes que tener unos padres así, que también te sepan inculcar que no todo es tan fácil, que todo tiene un proceso y que todo tiene un camino que recorrer. Con nueve años tenía que ir a entrenar a Madrid. Eso suponía un gasto económico para mis padres”.
Casillas recordó los sacrificios que tuvieron que hacer sus padres para conseguir el anhelado sueño de su hijo para que consiguiera ser futbolista profesional.
“Mi madre a veces se dedicaba a limpiar en casas. Mi padre se dedicaba a la Guardia Civil, que era guardia civil, también se quería sacar la carrera de Derecho y la tuvo que dejar y hacer el sueño de su hijo, que era jugar al futbol. La historia salió bien”, mencionó.
Otro de los momentos que más rememoró con cariño, es cuando en la etapa escolar, lo sacaron de clases para que con solo 16 años, viajar a Noruega para ser parte del contingente del Real Madrid que disputaría la Champions League.
“Me acuerdo estaba en clase de diseño, estaba con mis compañeros de clase hablando del Real Madrid, precisamente, porque llevaba una serie de partidos en los que no estaba bien y bueno, pues como cualquier aficionado más… Todo mundo en el Instituto sabía que yo jugaba en las categorías inferiores del Real Madrid, porque había jugado en las categorías inferiores de la Selección española. Este conserje se acercó a hablar con la profesora y le dijo: ‘Mercedes. Iker tiene que salir de clases un momento porque tengo que hablar con él’. Sentí un poco de nervios porque podría ser una noticia desagradable, me dijo que no era nada malo, que era muy buena la noticia que el Real Madrid te reclama para ir a jugar con ellos la Champions”, recuerda con emoción.
Casillas reveló como fue que llegó a la portería del primer equipo Merengue, donde desafortunadamente le tocó que el arquero titular en ese entonces, Bodo Igner, sale lesionado.
“¿Qué ocurre? Que todo un campeón del mundo y Europa como Bodo Igner sufre una serie de lesiones que le incomodan poder entrenar, apenas estábamos Albano Bizarri y yo, que apenas éramos unos pipiolos (jóvenes), yo tenía 18 y él tenía 20 años y durante un mes y medio de pretemporada estamos solos de cara a formar parte del primer equipo ¿qué sucede después? Bodo Igner todavía no está recuperado, está apunto de recuperarse y Albano sufre una lesión de clavícula es John B. Toshack quien me dice que me ha visto bien en la pretemporada y directamente me dice que yo iba a jugar en Bilbao, que no tiene ningún problema”.
Una de sus jugadas que más se recuerdan es la Final de Sudáfrica 2010 ante Países Bajos y el mano a mano contra Arjen Robben, desviada que terminó por darles el título mundial; sin embargo, no le gusta colgarse honores, por más que lo merezca.
“No me gusta vanagloriarme de esos momentos porque yo creo que también es mi obligación, como portero y representante de la Selección y entrar a hacer las cosas bien para que no te metan gol, pero es verdad que ha habido momentos en mi carrera con el Real Madrid y la Selección española. Para mí fueron los tres segundos que Robben viene corriendo hacia mí, más largo de mi vida en cuanto al futbol se refiere, porque es una jugada que parece sencilla pero no lo es tanto, porque si Robben hubiese venido hacia mí intentando regatear y yo pues una de dos: o hubiese intentado tocar la bola y a lo mejor con el regate no lo hago o lo hubiese tocado a él y eso conlleva en la última expulsión y decir adiós al título. Cuando veo que viene, lo primero que pienso es: Iker, aguanta. No te caigas, no te caigas, aguanta lo máximo que puedas, cuando veo que no me dribla, lo único que hago es sacar el pie y cuando choco la pelota, ya sabía, el instinto que me daba que la pelota no iba a portería”, contó.
Finalmente, uno de los episodios que más susto le ha dado es el tema de su infarto con el Porto, situación que narró y que lo tiene muy presente, por lo que agradeció la oportuna intervención de todos los que estuvieron a su alrededor en ese instante.
“Iba a mi lugar de entrenamiento habitual en la Ciudad Deportiva de Oporto. Cuando llegas das unas vueltas de calentamiento antes de comenzar y cuando me dispongo a formar parte del equipo, me empecé a no encontrar bien, empiezo a sentir molestias en mi pecho, pensando que podía ser un poco de alergia, porque soy alérgico, de repente el dolor va en aumento: me impide andar, tomar aire, cuando ya me tengo que tumbar al suelo y le digo a un compañero que llame a un médico.
En ningún momento me quiere decir que estaba por sufrir un infarto, porque me hubiese puesto mal. Me tranquiliza y al final actúan muy rápido, me llevan al vestuario, me cambian de ropa. Vamos al coche rumbo al hospital y al llegar actúan con rapidez y me hacen un catéter para extraerme un coágulo que se me había formado cerca del corazón”.
A raíz de este problema de salud, Casillas colgó los guantes apenas el 4 de agosto pasado, dejando un legado que será recordado por muchas generaciones amantes del futbol.