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GUADALAJARA, Jal., 28 de abril de 2021.- Cimarrones de Sonora tuvo un hombre de más desde el minuto 22, pero no lo supo aprovechar y perdió por 2-0 en casa del Tepatitlán, en el duelo de Ida de los Cuartos de Final de la Liga de Expansión.
El técnico Gabriel Pereyra aseguró que los equipos que sufren una expulsión “juegan mejor”, reconoció que su equipo está dolido y confió en que puede remontar el marcador para avanzar.
“Nosotros realmente hoy no nos sentimos a gusto, el primer partido no fuimos competitivos. No obtuvimos lo que venimos a buscar, no en cuanto a resultado, sino en calidad de juego, pero sigo creyendo muchísimo en mis jugadores, más allá del resultado adverso. Nos quedamos dolidos y tenemos plena confianza en estos chicos que han trabajado muy duro durante todo el semestre. Si queremos dar vuelta a la serie debemos cambiar nuestra imagen que está muy dañada. Nos sentimos dolidos, pero somos un equipo ofensivo, que juega bien al futbol y seguiremos confiando en eso”, explicó el estratega.
“Los esperaremos en Hermosillo con nuestras mejores armas. Debemos fortalecer el ánimo de los chicos porque ahorita están golpeados, necesitan atención. No soy un técnico que golpea cuando los chicos están en el suelo, no me gusta, les doy la mano para levantarnos. En eso pondré atención, en nuestra fortaleza para ser competitivos. Podemos remontar esta serie ante un rival muy difícil. Debemos tomar más recaudos porque el resultado es adverso y no hay margen de error, pero confío mucho en ellos”, añadió Gabriel Pereyra.
El técnico de Cimarrones trató de explicar la razón por la que su equipo no aprovechó la superioridad numérica. “Creo que la gente de futbol sabe perfectamente y lo pueden buscar en estadísticas, que cuando un equipo se ve en inferioridad numérica, los demás jugadores hacen un esfuerzo grandísimo, sacan fuerzas de donde no tienen y muchas veces obtienen un resultado positivo. Desgraciadamente no pudimos sacar ventaja del hombre de más que tuvimos, es más nos vimos perjudicados en el accionar porque ellos doblegaron esfuerzos, defendieron mejor y las jugadas ofensivas que tenían las cuidaron más para tener mayor efectividad”, detalló.
“No es excusa, pero sí es una estadística que hay que tener en cuenta, que los equipos cuando les expulsan un jugador, normalmente juegan mejor. Nosotros desgraciadamente no pudimos terminar contentos con nuestro trabajo, pero debemos hacernos fuertes con la calidad de jugadores que tenemos. Los jugadores hoy están dolidos y eso significa mucho para un equipo porque de ese dolor vamos a sacar fuerzas”, concluyó Gabriel Pereyra.