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GUADALAJARA, Jal., 18 de junio de 2021.- Ni el apoyo de su gente le sirvió a Inglaterra para encontrar la forma de hacerle daño a una defensa muy bien ordenada. El 0-0 frente a Escocia resultó decepcionante. Un punto amargo que para nada cumple con la expectativa que había alrededor del equipo que dirige Gareth Southgate, en esta que fue su segunda presentación dentro del Grupo D de la Eurocopa.
Ante 22,500 aficionados en el mítico Estadio Wembley, el conjunto local partía como amplio favorito en su segunda presentación dentro del torneo. Pero los escoceses fueron los primeros en generar peligro. Al minuto 4, tras una pared por el lado derecho, Stephan O’Donnell llegó a fondo. Metió una diagonal retrasada que dejó de frente a Che Adame, pero su remate de primera intención fue tapado por la defensa.
Enseguida apretó Inglaterra en busca de la ventaja, para evitar que el reloj se convirtiera en un elemento que metiera nerviosismo conforme avanzara. Al minuto 11, el tiro de esquina se cobró desde la derecha. Entró completamente sin marca John Stones, que se levantó y conectó de cabeza, pero su remate se estrelló en el poste.
Dos minutos después, Raheem Sterling le robó el balón en la salida a Scott McTominay. Al entrar al área levantó la mirada y metió un servicio raso para Mason Mount, quien remató como venía, pero por un costado del arco. Escocia también tuvo oportunidades. Al ‘29, Stephan O’Donnell midió un tiro d esquina y remató de volea con pierna derecha. El disparo cruzado fue desviado por Jordan Pickford, con una extraordinaria atajada.
El cuadro inglés no encontraba la fórmula para superar a la defensa visitante. Volvió a genera hasta la segunda parte. Mason Mount soltó la pierna derecha desde afuera del área. El disparo potente llevaba dirección de arco, pero el guardameta David Marshall voló para desviar el esférico a tiro de esquina, al minuto 47.
Poco después, fue Reece James quien decidió probar desde la orilla del área, con un derechazo qué pasó a centímetros del travesaño, al ‘54. El conjunto escocés aprovechaba las pelotas paradas para generar peligro. Al ‘61, tras un rebote en tiro de esquina, Lyndon Dykes remató y el arquero quedó sin oportunidad, pero sobre la línea apreció Reece James para rechazar el balón.
Conforma avanzó el tiempo, apareció el nerviosismo en Inglaterra, que no encontraba la llave para abrir el encuentro. Al ‘78, Raheem Sterling entró al área y cerca de la línea de fondo recibió un contacto de Andrew Robertson. El futbolista local pegó el grito para meter presión al árbitro, que esperó un poco mientras los encargados del VAR veían la jugada, pero no marcó penal.
La presión fue en aumento y nunca encontró el equipo de Gareth Southgate la forma de hacer daño. Con el silbatazo final quedó sentenciado el 0-0, un punto que sabe a poco para el cuadro local y que le viene mucho mejor al visitante. Inglaterra llegó a cuatro unidades, las mismos que República Checa, pero en segundo lugar del Grupo D por diferencia de goles. Se jugará el liderato en la última fecha precisamente ante los checos. Escocia, por su parte, sumó su primer punto y concluirá esta fase ante Croacia.