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GUADALAJARA, Jal., 27 de marzo de 2020.- Tras la culminación del Apertura 2012, las dos escuadras antagónicas de su cuna futbolística se peleaban los servicios del delantero oriundo de Los Mochis, Sinaloa, Omar Bravo Tordecillas, quien venía de un año no tan bueno, en el que sólo marcó siete goles: al final, los Zorros le ganaron la carrera a las Águilas para llevarse al histórico del Rebaño.
El delantero de 40 años dejó claro que pese a haber pertenecido a otras instituciones como Atlas y Cruz Azul, siempre llevará los colores del Guadalajara en su corazón, situación que en los Zorros ya sabían; sin embargo, se comportó como profesional y con él como estandarte, La Academia terminó por salvarse del descenso.
“Al final del día regrese a Guadalajara (Chivas), es el equipo de mis amores, es el equipo al que quiero, en el que nací, y eso nadie me lo va a cambiar aunque haya pasado por el Atlas, Cruz Azul u otros lados… En Atlas sabían que yo soy chiva de corazón, pero que iba a trabajar y a entregarme como un profesional, esa fue mi labor, mi parte y se libró, gracias a Dios (descenso)”, indicó Omar.
El hoy jugador de Leones Negros se dio tiempo (por segunda ocasión consecutiva) de platicar con sus seguidores vía Facebook Live y aprovechó para recordar el momento de ese fichaje, el cual, recuerda que en un inicio no la pasó nada bien por sus raíces rojiblancas; no obstante, aceptó porque quería tomar un segundo aire, lo que terminó por suceder.
“Esa situación, porque es una buena oportunidad para poder aclararlo ¿no? Siempre he tomado decisiones para beneficio de mi carrera profesional y personal, todas las decisiones que he tomado todos los años que fui futbolista, trataba de que conviniera a mis intereses, profesionales y personales. La situación del Atlas no fue una situación muy fácil para mí, fue una de las cosas más difíciles que he vivido, porque yo venía de Cruz Azul, no había tenido un buen torneo, un buen año en general y era una oportunidad para poder yo, pues reinventarme, poder alargar más mi carrera”, recordó Bravo Tordecillas.
Para culminar con este tema, el goleador sinaloense contó el cómo se dio el primer acercamiento para defender la camiseta rojinegra y la forma tan especial de Tomás Boy (estratega del Atlas en ese tiempo) de convencerlo a llegar.
“Recuerdo muy bien que fue Tomás Boy quien me habló y me dijo que trabajáramos juntos, que era una oportunidad para poder salir adelante, tanto él como entrenador y yo como jugador”, señaló el 9 de los melenudos.
Posteriormente reveló un tema en específico con sus Chivas, como lo es la anotación 100 de su carrera ante Puebla, pues la afición se hizo expectativas muy grandes porque lo hiciera frente al cuadro de Coapa y eso, admite, lo tenía jodido y demasiado ansioso.
“Híjole, la verdad que nunca me arrepiento de nada, de nada en toda mi carrera pero, el gol 100 contra Puebla me tenía un poco jodido porque no se deba, no se daba. Habíamos jugado un Clásico, no sé si una jornada o dos antes y como que había mucha expectativa de los aficionados del Guadalajara para que le hiciera el gol 100 al América, pero yo no estaba tan obsesionado por ese gol, estaba ansioso, eso sí, muy ansioso y siempre he manifestado que mis necesidades no están por encima del equipo pero en esa ocasión sí estaba un poquito más ansioso de lo normal y no se daba, hasta que se dio contra Puebla y quizá de la forma en que no lo esperaba, pero una felicidad total porque no es tan sencillo y los compañeros siempre estuvieron apoyándome cada partido y yo se los agradezco y a todo el cuerpo técnico de ese entonces comandado por supuesto por Jorge Vergara”, subrayó el mundialista en Alemania 2006.