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GUADALAJARA, Jal., 20 de febrero de 2021.- Liverpool ya se había resignado a no pelear por el título de la Premier League y ahora está en peligro, incluso, de quedar fuera de competencias europeas. Este sábado, sufrió su cuarta derrota consecutiva en Anfield y no pudo ser más doloroso: frente al Everton por 2-0 en el Derbi de Merseyside. Los Reds tenían 20 partidos sin perder ante su rival de la ciudad y como local no lo hacían desde 1999.
Apenas al minuto 2, se presentó un mal rechace de la defensa. Recuperó el cuadro visitante con un cabezazo de Abdoulaye Doucouré, que controló James Rodríguez por el centro. El colombiano levantó la mirada y tocó exacto hacia el pique a la espalda de los zagueros que hizo Richarlison. El brasileño entró al área y ante el arquero, definió con un derechazo cruzado, raso, para el 1-0 de los Toffees.
Con cinco partidos como local sin ganar y tres derrotas consecutivas en Anfield, que ya no es la fortaleza que solía ser, Liverpool estaba obligado a ir al frente. Comenzó a generar peligro pues se adueñó por completo de la pelota, ante un rival que para nada se siente incómodo sin ella. Los Reds inclinaron la balanza y las aproximaciones claras aparecieron en el Derbi de Merseyside.
Sadio Mané tocó para Roberto Firmino por el centro, controló y soltó un derechazo que alcanzó a ser desviado por Michael Keane a tiro de esquina, al ‘18. Un minuto después, de volea en la orilla del área la prendió Jordan Henderson, pero el portero Jordan Pickford voló para salvar con una mano y desviar la redonda a tiro de esquina.
Liverpool no paraba de ir al frente y al minuto 20, Trent Alexander-Arnold disparó potente desde fuera del área y de nuevo el arquero voló para salvar con una mano. Los Reds tenían 20 partidos de Premier League sin perder con el su rival de la ciudad. En casa, no eran derrotados por el Everton desde septiembre de 1999. Y querían estirar esa racha positiva en el Derbi de Merseyside.
En el mejor momento de los locales, los Toffees estuvieron cerca del segundo. Al 32, Lucas Digne metió un gran servicio desde la izquierda. En la orilla, Séamus Coleman se tiró para rematar de cabeza, el brasileño Alisson Becker tuvo una gran reacción para desviar a tiro de esquina. Se salvó Liverpool.
Para la segunda parte, los Reds se lanzaron al frente con desesperación. Sadio Mané remató de cabeza por encima del arco, al minuto 49. Más tarde, Trent Alexander-Arnold recibió de Mané, por la derecha y metió un tiro-centro que nadie alcanzó a empujar, al ‘66. Dos minutos después fue Mohamed Salah quien quedó con el balón dentro del área, pero el arquero Jordan Pickford evitó el gol del empate.
Con Liverpool entregado al frente, Everton aprovechó un contragolpe en la recta final. Richarlison tocó profundo para Dominic Calvert-Lewin, quien dentro del área disparó y tapó el guardameta. Pero Trent Alexander-Arnold se había barrido y hubo un contacto posterior al tiro. El árbitro marcó penal, le pidieron revisar, vio la jugada en el VAR, pero mantuvo su decisión. Desde el manchón, el islandés Gylfi Sigurdsson cobró para marcar el 2-0 definitivo, al ‘82.
Liverpool se hunde. Fue la cuarta derrota consecutiva como local. Perdió el Derbi de Merseyside por primera vez desde 2010 y en cada no sufría un descalabro ante Everton desde 1999. Los dirigidos por Jürgen Klopp ya habían resignado el título de la Premier League y ahora son sextos de la tabla con 40 puntos, los mismos que alcanzó su acérrimo rival con la victoria de este sábado.