Analiza Atlas continuidad de Beñat San José
GUADALAJARA, Jal., 30 de marzo de 2020.- Es un ferviente enamorado de las Chivas. Después de pasar todo el proceso de Fuerzas Básicas con el club que lo vio crecer como jugador, Joel Sánchez tomó el reto de salir a buscar nuevos aires, los cuales encontró con el enemigo número uno del Rebaño Sagrado: el América.
En exclusivo con Quadratín Jalisco, el Tiburón se sinceró al revelar que en ese tiempo (1999) las opiniones estaban divididas por su traspaso: no obstante, nadie le puede negar su entrega por la que se caracterizó en 19 años de carrera deportiva, no solo en las escuadras más populares, sino en los otros cuatro que militó (Veracruz, Dorados, Querétaro y Tecos).
“La verdad que mucha gente me criticó y mucha gente me apoyó, pero si alguien tuviera algo que reprocharme en entrega profesional o en algún equipo que me tocó participar, no creo que haya alguna queja: pueden criticarme que soy malísimo, sí, de que me equivoqué, también, pero de que me guardé algo, eso imposible”, señaló Joel.
Sobre la decisión que tomó para enrolarse con los capitalinos, Sánchez Ramos dijo no arrepentirse (por su cuna futbolística), ya que no perdió reflectores, pues estaba siendo observado por Selección Mexicana y disputaba, tanto partidos como torneos importantes.
“De que me haya ido al América, al día de hoy, es de las mejores decisiones que tomé en la vida, porque seguía en un equipo grande, seguía jugando Clásicos. Estaba cerca de la Selección. Cerca de campeonatos. Con un arrastre mediático. Con una presión que solamente la tienen los dos más grandes del país, así que el que me diga que no lo haría es muy respetable”, sostuvo el Tibu.
El exdefensor se mostró orgulloso de su paso por la entidad rojiblanca y azulcrema, al grado de señalar que los seguidores del cuadro águila lo saludan con respeto y con los del Rebaño va más allá de que se le cuadren, pues siempre dio todo de sí en el terreno de juego por ambos escudos.
“Soy un privilegiado porque me saluda la gente de América y la de Chivas me quiere, eso tiene mucho valor para mi. La gente de América me saluda y me respeta porque no tiene nada que reprocharme, si me hubiera guardado algo, sí, yo doy pie a que la gente me recrimine, no la de América, también la de Chivas”, argumentó.
Incluso recordó los cuestionamientos que la afición le hizo en ese entonces, en el que lo juzgaban de irse por temas económicos, cuando, por increíble que parezca, percibía más con el cuadro de la Perla Tapatía y secundó a Omar Bravo al señalar que con todo y que alla jugado con el archirrival, su corazón pertenece al Campeonísimo.
“Mucha gente me cuestionaba si me había ido por dinero y la verdad que no (ríe), porque en Chivas ganaba más, era un reto personal y a la larga yo creo que fue una de las mejores decisiones, obviamente que en América jugué tres torneos, nos fue bien, calificamos los tres, jugué una Copa Libertadores hasta Semifinales, pero en Chivas estuve 17 años de mi vida y yo no puedo querer a otro equipo que a las Chivas. En aprecio, agradecimiento, el cariño y el amor que le tengo a Chivas está por encima de cualquier otro equipo, pero en el plano profesional es totalmente diferente”.
SU PASO POR LA SELECCIÓN NACIONAL
Joel Sánchez se considera un afortunado por formar parte del proceso mundialista con el estratega Manuel Lapuente, lo que le dio la posibilidad de disputar dos ediciones de Copa América con un plantel que, desde su punto de vista, es uno de los mejores, pues aunque a Brasil con muchas figuras, ellos también tenían lo suyo con futbolistas de gran calidad.
“Jugar dos Copas América, con la base que había, con los jugadores que estaban en su momento buscando un espacio para consolidarnos, no es cualquier cosa, fui un privilegiado de estar cobijado de tantos jugadores que realmente son figuras hasta la fecha: enfrenté a Ronaldo (el fenómeno) cuatro o cinco veces y es el jugador más completo que me tocó enfrentar, Brasil en ese tiempo traía una selección de miedo, estaba: Taffarel, Cafú, Aldair, Dunga, Romario, Roberto Carlos, Romario, Rivaldo, Bebeto, pero nosotros también teníamos una selección bastante competitiva, buena… Volteabas a un lado y tenías a Jorge Campos, volteabas al otro lado y veías a García Aspe. Estaba Ramón Ramírez, el Cabrito Arellano, Palencia, Pavel Pardo, Duilio Davino, Oswaldo Sánchez, Ricardo Peláez, Luis García, Cuauhtémoc Blaco. O sea, *pin…* Selección me parece de las mejores”.
Pese a la calidad de los rivales, Sánchez aseguró que nunca se achicó, ya que tenía un extraordinario grupo que lo respaldaba y que en cualquier momento te resolvían los partidos, lo cual le hizo más fácil su adaptación.
“¿Cómo te vas a achicar si es más fácil jugar con jugadores buenos que medianos y te simplifican todo? Había una situación complicada, se la dabas a Luis Hernández, a Cuauhtémoc y al Cabrito y hacían un desmadre y metían gol y volteabas atrás y estaba Campos, Claudio Suárez, al otro lado estaba García Aspe”, rememoró.
Con todo y que fue su primera experiencia mundialista en Francia 98, Joel no fue traicionado por los nervios, ya que contaba con grandes compañeros e incluso contó los métodos de Jorge Campos para mitigar ese sentimiento, así como la capacidad de los demás para afrontar la justa mayor en el orbe.
“A pesar de que era mi debut en un Mundial te cobijaban todos. Campos se reía y me decía que la dejara pasar, que él iba a tapar todas, riéndose como es hasta ahorita. Aspe, un pinche carácter que no te decía nada pero con la mirada decía todo, Cuauhtémoc venía y te la pedía y te la exigía para él hacer diferencia arriba de medio campo y Luis Hernández pedía pelotas a modo para hacer diferencia, donde dolía, en el área rival, eso por citarte jugadores puntuales… Ramón Ramírez, Peláez que entraba de cambio, era una calidad impresionante que nos aligeró bastante el proceso mundialista”, concluyó.