De acuerdo a un comunicado, todo unido provocó que el Real Madrid tan solo llegase en cinco ocasiones a área rival en el primer acto. Lo increíble al descanso fue que se marchase ganando 2-0, ambos de Bale, a un pase con visión de privilegiado de Isco desde la banda izquierda y adelantándose el galés a todos en boca de gol, tras una falta lateral de Kroos y cabezazo de Varane.
Tras la reanudación, los hombres de Zidane liberados de la presión del marcador pusieron más voluntad por agradar. Arrancaron jugando con un punto mayor de velocidad y lo aprovechó Bale para hacerse lucir a Serantes en dos paradas. La primera al disparo cruzado en carrera del galés y segundos después respondiendo con reflejos a un cabezazo.
Reapareció Modric, vital para el juego madridista, y Morata cerró con un buen gol un derbi madrileño de estreno en la elite, añadiendo un argumento más a su favor en el pulso con Benzema. Su desmarque encontró el pase de James al espacio y lo resolvió con gran definición, con un derechazo al lado donde no esperaba Serantes para mantener en el liderato al Real Madrid y abrir hueco con el Atlético de Madrid.