Antonio Contreras, nuevo técnico de Chivas Femenil
GUADALAJARA, Jal., 4 de abril de 2019.- El renombre de Chivas está por los suelos. El mal Clausura 2019 los tiene cerca de quedarse sin Liguilla por cuarto torneo consecutivo y de paso dejarlos en una posición complicada en el tema del descenso. Pese a ello Jesús Molina ve esto como una oportunidad para demostrar de qué están hechos o si son del montón.
El domingo pasado el proyecto de José Saturnino terminó, dando una estocada al ánimo del Rebaño Sagrado, sin embargo, ahora con Alberto Coyote es un borrón y cuenta nueva donde aún aspirar a calificar a la Fiesta Grande.
“La realidad es que el equipo después la derrota con Pumas, que fue dolorosa por lo que representaba, sabemos lo que nos estamos jugando. Hace dos o tres días fue un parteaguas para nosotros, empezar todos de cero, sabiendo que se vienen cinco finales de vital importancia para lo que se viene el siguiente torneo. La realidad es que el equipo está muy metido, concentrado y con mucha ilusión, de que todavía se puede, por qué no, entrar a Liguilla”, externa Molina al término del entrenamiento en Verde Valle.
Para el de Hermosillo, Sonora, la culpa del bache por el que están pasando es repartida, pero sí asumen un mayor parte de porcentaje ellos como jugadores porque al final del día son los que están en la cancha.
“Es una responsabilidad compartida tanto directiva, cuerpo técnico y jugadores, pero sin duda que lleva mayor porcentaje el jugador. Sin duda, nosotros somos los que jugamos, debemos dar lo mejor de cada uno para ganar y tener resultados. Desgraciadamente, no hemos cumplido con las expectativas que se tenían de nosotros, hemos quedado a deber grupalmente, pero individualmente tampoco hemos sido lo que se esperaba”, comenta.
Sin embargo, viéndole el lado menos negativo a la crisis, es una manera de demostrar que pueden manejar la presión que tienen encima y sacar a flote al Rebaño Sagrado.
“La realidad es esta: el equipo ha ligado más de cinco partidos sin conseguir una victoria y sabemos que cada vez la presión se va haciendo más grande porque no hay resultados. Eso es claro, no podemos ocultarlo porque está a la vista de todos, pero también creo que tenemos un plantel con personalidad, con hambre de trascender y salir de esta mala racha. Estamos en un bache complicado, pero también es oportunidad para saber de qué estamos hechos. Saber realimente si somos jugadores que podemos afrontar estas situaciones o si somos jugadores del montón. Yo espero que no seamos jugadores del montón y podamos sacar adelante esta situación por la que está pasando un equipo de tanta jerarquía como es Chivas. Tenemos que ponerle el pecho a las balas y sacar esto adelante, no podemos escondernos ante una situación como esta”, señala.
Deja claro que los triunfos no se han dado desde hace cinco jornadas por cosas que han dejado de hacer, pero no es por falta de ganas o amor a la playera.
“No creo que pase por un tema de actitud, no creo que el equipo esté relajado en ese aspecto. Por más que el equipo se esfuerza, quiere y tiene ánimo de sacar esto adelante. Las cosas no han funcionado por una u otra razón, por circunstancias del partido y detalles que tiene el futbol. A esos detalles tenemos que estar atentos, corregir en los entrenamientos para que no nos pase en los partidos y de esa forma estar más cerca del triunfo que de la derrota”.
Lo que es que reconoce que cada integrante del plantel tiene que revisar en qué ha fallado para poderlo mejorar y así levantar, porque todavía matemáticamente están con vida.
“Cada uno tiene que hacer un análisis de lo que ha hecho y dejado de hacer. Iniciamos bien el torneo, con confianza, definición y ordenados. Después los equipos te van estudiando, saben de nuestras cualidades y creo que también hay mérito. Algo hemos dejado de hacer que los resultados no se han dado. Quisiera tener la fórmula, pero no existen. Hay 5 partidos, podemos pensar en calificar y por qué no, ganarlos”.
Molina reitera que ahorita con el profe Coyote la misión es calificar la siguiente fase, no solo porque no quiere irse de vacaciones antes y terminar viendo los juegos por las pantallas, sino porque de manera automática les da un respiro en el tema de la quema.
“La realidad es que el equipo está metido en un problema porcentual, esa es la realidad y hay que afrontarla como tal. Si pensamos en una calificación, eso te va llevar a ir saliendo poco a poco de la zona del descenso. Pensar en ganar esos cinco partidos te mete primero que nada en una Liguilla y posteriormente te va alejando automáticamente del problema del descenso. Tenemos en mente quién nos estamos jugando muchas cosas, tenemos que ser conscientes de lo que nos jugamos, pero también pensar que si vamos y ganamos esos cinco partidos vamos a pelear una Liguilla y el equipo se va alejar poco a poco del problema porcentual. Las dos van de la mano y mi mentalidad está en la Liguilla, no me veo sin jugar la Liguilla, no quiero verla en la tele, quiero jugarla”, asegura Jesús.
Al término del entrenamiento los jugadores se dieron el tiempo para convivir con los aficionados que se dieron cita a Verde Valle. Se tomaron fotos y repartieron autógrafos a seguidores de todas las edades.