Analiza Atlas continuidad de Beñat San José
GUADALAJARA, Jal., 7 de abril de 2020.- Un día como hoy, pero hace 31 años (1989), en Múnich, Alemania, la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) decidió en su primer Congreso Mundial, el admitir con carácter de inmediato en todas las competiciones oficiales (incluidos Juegos Olímpicos) a los jugadores profesionales de la NBA. En ese momento, la justa en Barcelona 1992 fueron los primeros en salir beneficiados con dicha medida.
“Con este acuerdo hemos entrado en el siglo XXI”, declaró con euforia el entonces secretario general de la FIBA, Boris Stankovitz y prosiguió.
“Queremos a las mejores en nuestras competiciones, La norma que supone que el español Fernando Martín también podrá intervenir con la selección española”, señaló el dirigente de nacionalidad yugoslava.
La decisión fue unánime luego de recibir 56 votos a favor por 13 en contra y solamente una abstención. Más tarde, el representante soviético presentó una propuesta para restringir la entrada de profesionales a dos por selección, la cual recibió 53 votos en contra por 15 a favor, una abstención y una papeleta en blanco: dicha petición se definió con efecto inmediato y al respecto, con gran visión, el representante de la federación norteamericana (ABAUSA), comentó.
“Esto nos da una ventaja de 15 años sobre los demás países. El oro está adjudicado a los Estados Unidos en los próximos Juegos, pero habrá emoción por la plata. Ahora bien, las demás naciones se irán haciendo más competitivas”, manifestó en su momento.
Por otra parte, el vicepresidente de la NBA, Russ Granik, declaró que lo más importante era el crecimiento del deporte ráfaga y que buscaría un gran representante para el país de las barras y las estrellas.
“La NBA, al igual que la FIBA, está interesada en el crecimiento mundial del baloncesto. Confío en que juntos encontraremos el modo de formar el mejor equipo posible que represente a Estados Unidos en los Juegos de Barcelona”, sostuvo Granik.
Y es que ambos personajes no estarían equivocados, pues tres años después, los norteamericanos conformarían uno de los equipos más espectaculares de la historia por la gran camada que había, al grado de ser bautizados como Dream Team, con elementos de la talla de Michael Jordan, David Robinson, Patrick Ewing, Larry Bird, Scottie Pippen, Karl Malone, John Stockton, Charles Barkley y Magic Johnson, todos ellos dirigidos por Chuck Daly, quienes en esa justa, arrasaron a sus rivales hasta tocar la gloria con la obtención de la medalla de oro.