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GUADALAJARA, Jal., 12 de junio de 2019.-Es una competencia por la mayoría menospreciada, un torneo que al realizarse cada dos años, más que esperarlo con gusto, pareciera incomodar a la mayoría en México: la Copa Oro. Pero esta edición nos puede deparar algo diferente, dos aspectos adicionales que nos llevan a pensar en una buena participación de la selección nacional.
Al contrario de lo que pudiera pensarse, la edición 2019 representa algo especial para los encargados de representar al fútbol mexicano en la competición, tanto en la cancha como en el banquillo. El famoso Tata y los 23 jugadores elegidos para el torneo saben que jugar bien y lograr ganar la copa va más allá de obtener un título.
Gerardo Martino, estratega reconocido a nivel mundial tiene una asignatura pendiente como técnico. A Martino se le ha negado la gloria dirigiendo a un país, quedando tres veces a la orilla en la gran final de la Copa América. Una ocasión dirigiendo a Paraguay en la edición 2011 disputada en Argentina, en la que perdió contra Uruguay el partido definitivo y dos más dirigiendo a la albiceleste. Tanto en la final de la edición 2015 jugada en Chile, como en la edición Centenario 2016 celebrada en Estados Unidos la selección Argentina sucumbió ante la escuadra Chilena en la lucha por el campeonato en tanda de penales.
En relación a los jugadores, el obtener el título será de gran importancia. Para los tipos de más experiencia ganarla les permitirá agregar un logro más a su currículum, mientras que para los jóvenes, representa aprovechar esa gran oportunidad que rechazaron aquellos que se bajaron del barco y decidieron no participar con el combinado tricolor en el certamen. Sin duda es la ocasión ideal de llevarse los reflectores y demostrarle a Martino que puede confiar en ellos para el naciente proceso mundialista.
Para el fútbol mexicano el torneo significa reivindicarse, en especial borrar la imagen dejada en las últimas dos ediciones, 2017 cuando quedó eliminado en semifinales ante Jamaica y 2015, que aunque el Tricolor resultó campeón, el título se vio empañado por los arbitrajes polémicos que favorecieron a México en cuartos de final ante Costa Rica y en semifinales contra Panamá.
Este sábado 15 de junio comienza la Copa Oro y la selección mexicana no solo está enfocada en conseguir su décimo primer título de CONCACAF, también busca que Gerardo Martino consiga su primer campeonato a nivel de selecciones nacionales, pero sobre todo, que los jóvenes con la encomienda de defender la playera de México en esta edición, demuestren su capacidad y con ello, comience ese cambio generacional que tanto le hace falta al fútbol nacional.