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Gallos gana el clásico de la 57 con la mínima
GUADALAJARA, Jal,. 1 de julio de 2021.- Claudia Rivas Vega es una triatleta mexicana nacida en Valparaíso, Zacatecas un 15 de junio de 1989.
Desde muy chica, como la mayoría de los deportistas aztecas, decidió tener el primer contacto con el deporte, pues apenas con 5 años, sus padres notaron que comenzaba con mucha hiperactividad, al ser un torbellino en casa, inscribiéndola en una escuela en la Colonia Tucson.
Su hermano, quien es dos años mayor que ella, es invitado a la edad de 7 años a incursionar en el Triatlón en Cajititlán, municipio hasta el que acuden en familia para apoyarlo y es ahí donde la entonces niña tiene el contacto visual con la disciplina y es a los 8, que con apoyo de su hermano, consigue convencer a su madre para cambiar de natación al Triatlón.
Es a los 13 años que comienza a dimensionar la buena decisión que ha tomado, pues en la actividad deportiva que elige, se percata que existen diferentes competencias como las Olimpiadas Nacionales, a los cuales se clasifica con el objetivo de que en dos años, pudiese meter al su primer Mundial categoría 16-19 y para ello, debe vencer a sus compañeros con ese rango de edad, siendo entonces cuando se da cuenta que el deporte elegido ya no lo es por diversión, sino competitivo, por todas las responsabilidades que conllevan, como los entrenamientos, la disciplina y constancia.
Su primer Mundial se da a los 15 años en Galmalgori, donde se codeó con los más grandes deportistas y sin achicarse, consigue tres medallas de oro en prueba individual, por equipos y relevos.
Su inclusión en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 no fue sencilla, pues en ese momento se encontraba estudiando la Licenciatura de Arquitectura, donde su entrenador fue parte fundamental para lidiar con ambas actividades, entrenando incluso por la madrugada, para después cumplir con su compromiso escolar.
La competencia que le otorgó el pase a la justa del 2012 fue en Huatulco, fue un día sumamente especial, ya que en ese mismo tiempo se graduaba de la carrera, por lo que tuvo que hablar con sus profesores para adelantar sus materias, hasta que tiempo después, logra salir con honores y competir en la justa veraniega.
Ya en la competencia, sufrió, pero a final de cuentas logra llegar en el lugar 21, siendo una de las mejores actuaciones en dicha carrera, pues anteriormente, nadie había realizado algo similar.
Tiempo después, a los 17 años, se le presenta una de las pruebas más duras de su vida, al ser diagnosticada con anemia, lo que amenazaba seriamente con alejarle del deporte, pues por un momento se le desvanecieron las ganas de continuar compitiendo y fue gracias a un valioso consejo de su madre, que renacieron sus ilusiones por volver.
“Cuando llegue el momento y quieras regresar, yo voy a hacer un Triatlón, junto a todas las labores de la casa”, promesa que le cumple y cada que Claudia la miraba, se motivaba para seguir adelante, tanto con el estudio, como con la actividad física.
Llegó Río 2016, donde la triatleta mexicana entrega todo de sí y logra una de las actuaciones más memorables de su carrera, al colare entre las primeras 10 competidoras, llegando en el lugar 9 con un tiempo de 1:59:28, momento que resultó dramático, pues al cruzar la meta y debido al gran esfuerzo realizado, se desvanece, siendo atendida de inmediato por los servicios médicos del evento.
Claudia Rivas llega a Tokyo 2020 con una suma experiencia y mayor madurez, buscando emular o mejorar lo hecho en su más reciente actuación internacional, haciendo que retumbe el himno nacional en tierras niponas.