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Tendrá Atlas duro compromiso frente a Tigres
El caso de José Juan Macías está próximo a resolverse en los siguientes días. De concretarse su partida al Getafe de España, habrá convertido en realidad un sueño que nunca ha ocultado. Su salida tendrá pros y contras muy particulares, en una operación que no está ni cerca de parecerse a otras exportaciones. Y atrás, aunque en estos tiempos parezca tener poca relevancia, quedará una palabra no cumplida.
Para nadie es un secreto que el pensamiento de JJ está en Europa desde hace mucho tiempo. Se aplaude la mentalidad de alguien que quiere triunfar en otra tierra y tiene muy claro a dónde quiere llegar. Eso le llevó a construir un entorno de permanente búsqueda de la perfección. Trabajó tiempo extra después de las prácticas en Verde Valle e incluso en casa, con entrenadores personales. Todo por perseguir un sueño.
¿Qué pierde el club con su salida? A un jugador importante, su centro delantero titular, el mexicano que más goles ha hecho en los últimos años. Vivió un mal torneo y aun así le alcanzó para ser el mejor anotador del equipo. Deportivamente, sí le significa a Chivas una baja importante. Económicamente tampoco es que gane mucho, pues cederá bastante en ese terreno.
De entrada porque la operación propuesta es a préstamo y la opción de compra sería únicamente por el 50 por ciento de los derechos del atacante. Al contrato de José Juan Macías con el Guadalajara le queda poco tiempo y por eso pide el club la renovación para así no perder al futbolista cuando termine el préstamo con Getafe, en caso de concretarse.
Así, el escenario es ya más o menos conocido. Pero también hay otro aspecto que, de cerrar la operación, quedaría ahí en la mente de algunos y en el olvido de otros: la palabra de José Juan Macías. El Guadalajara es el equipo de sus amores, eso tampoco lo ha ocultado nunca. Alguien que desde los cuatro años viste la camiseta rojiblanca no puede fingir cuando habla del cariño que le tiene a Chivas.
Fue tal vez ese mismo amor el que le llevó a afirmar, al volver de León, que su meta era ser campeón con el Guadalajara para después emigrar a Europa. Si se va ahora, aquello habrá quedado en un simple dicho. Tampoco es que haya declarado algo tan comprometedor como: “Yo, José Juan Macías, en pleno uso de mis facultades mentales, prometo solemnemente no quitarme la sagrada camiseta de Chivas sin antes conseguir el título del futbol mexicano con ella”. No, no es eso.
Pero al hablar de un título, dio su palabra. Para muchos quizá hoy en día eso no tenga la menor importancia. Cuántas promesas se hacen y no se cumplen en esta época… para otros sí que es un tema relevante llevar a los hechos lo que se dice. El tema quedará ahí y seguramente incluso para el propio jugador será una espinita que tal vez en su pensamiento habrá lugar para sacarse en el futuro, cuando vuelva al equipo de sus amores después de cumplir el sueño que hoy ve cerca.
Mientras no se resuelva el caso, todo queda en el terreno de la especulación. Lo que habrá de ocurrir en los próximos días solamente está en manos de JJ Macías y la directiva de Chivas. Dos sueños manifestó siempre: ser campeón con el Guadalajara y jugar en Europa. Al menos uno de ellos sí se ve cerca por estos días.