Remonta América en primer minuto de complemento
GUADALAJARA, Jal., 6 noviembre de 2024.- La fiesta estaba lista. El 2-1 en el marcador le permitía al Cruz Azul imponer un nuevo récord de puntos en un torneo corto de 17 jornadas. Era su octavo triunfo de forma consecutiva. El líder estaba a punto de hacer historia. Pero a dos minutos del final, Atlas arruinó todo para los Cementeros. Edgar Zaldívar remató un tiro de esquina y sentenció el 2-2 definitivo.
Con el liderato ya asegurado. Con la etiqueta de máximo favorito al título del Apertura 2024 de la Liga MX. Con momentos del futbol más brillante de todo el balompié mexicano. La Máquina se presentaba en el Estadio Jalisco también con la motivación de hacer historia: un triunfo más para grabar su nombre con letras de oro y agregar otra marca a su ya de por sí exitosa vida.
Y el primer aviso llegó muy pronto. Carlos Rotondi lanzó desde a derecha un servicio al corazón del área. Angel Sepúlveda remató de primera. Camilo Vargas atrapó en el fondo, con seguridad. Al ‘3, la Máquina apenas dibujaba un esbozo de la obra de arte que habría de construir instantes más tardes. Por algo es el mejor equipo del semestre.
Camilo Cándido escapó por el costado izquierdo. Tocó hacia el centro. Ahí apareció la magia: primero, Carlos Rodríguez levantó el esférico con extraordinaria técnica para habilitar al compañero y seguida, Alexis Gutiérrez prendió ese gran pase de volea. Remate potente. Imposible para Camilo Vargas. Las redes se movieron con el 1-0 cementero, apenas al ‘4.
Pero aunque cargaba con la etiqueta de “víctima”, el Atlas no se vino abajo. Al contrario: respondió. Luis Reyes tomó a redonda por la izquierda. Levantó un estupendo centro. Eduardo Aguirre se elevó sin marca dentro del área. Colocó su cabezazo pegado al poste. Dejó parado al guardameta. El árbitro anuló la acción por presunto fuera de lugar, al ‘17.
El festejo se calmó, sólo por un momento. La gente del VAR revisó la jugada en sus pantallas. No hubo necesidad de llamar al silbante. Simplemente le avisaron que a decisión original era equivocada. No existió posición adelantada. El gol fue válido. Así llegó el 1-1 de los Rojinegros. Su afición explotó en la grada. Estaban empatando frente al mejor equipo del torneo.
Ambos equipos buscaban el resultado. Los visitantes para implantar un récord. Los locales para asegurar su presencia en la fase final. Angel Sepúlveda tuvo en sus pies el segundo, pero increíblemente voló su remate, al ‘20. Más tarde, los Zorros estuvieron cerca de darle vuelta al marcador, con un disparo de Rivaldo Lozano, que tocó el travesaño antes de salir del campo, al ‘34.
Parecía que el marcador se mantendría hasta el descanso. Se jugaba ya el tiempo agregado cuando Ignacio Rivero ingresó al área y punteó el esférico. Luis Reyes se barrió. El cementero fue al césped. De primera, el silbante no juzgó la acción como falta. Las protestas aparecieron de inmediato. El VAR encontró elementos suficientes para llamar al árbitro.
Tras consultar las repeticiones en pantalla, Víctor Alfonso Cáceres anunció que la jugada efectivamente era de penal. Carlos Rotondi se paró frente al manchón. Pateó al centro. Camilo Vargas se venció hacia su izquierda. Las redes se movieron con el 2-1 del Cruz Azul. Al medio tiempo, La Máquina se iba con la ventaja.
En la segunda parte, la escuadra Rojinegra cargaba con mayor obligación, pero estaba lejos de su adversario en términos de calidad individual. Los Cementeros manejaron el reloj como creyeron que más les convenía. Pero dejaron de generar con tanta constancia como en el primer tiempo. Un riesgo que podría resultar demasiado costoso.
Pese a la exigencia, tampoco es que los Zorros generaran demasiado peligro. De hecho la acción más importante nació de un error visitante en zona baja. Mateo García aprovechó para escapar completamente solo. Encaró al guardameta y definió con un disparo que voló por encima del travesaño. Dejó escapar la oportunidad, al ‘51.
Cruz Azul comenzó a hacer modificaciones conforme avanzaba el partido. Daba la impresión de querer descansar a sus figuras antes de que el encuentro estuviera sentenciado. Y mientras la diferencia fuera de un solo gol, siempre podría existir un riesgo, por muy ligero que aparentara ser. Los Rojinegros esperaron con paciencia su oportunidad. Si no podían en jugada, tal vez a balón parado…
Y así fue. Minuto 88. Raymundo Fulgencio se paró junto al banderín derecho para cobrar el tiro de esquina. Centro al corazón del área. Edgar Zaldívar se elevó. Remató sólido de cabeza. Superó a Kevin Mier. Las redes se movieron. Dramático empate. Como dicen: a lo Atlas. Cerca el final, los Zorros pusieron el 2-2 que frenara el exitoso paso del rival de siete victorias al hilo.
Así, Cruz Azul se quedó con ganas de implantar desde ahora un nuevo récord para torneos corto. Con 41 puntos, igualó la marca anterior, que se encuentra en poder de León (Clausura 2019) y de la propia Máquina (Clausura 2021). En la última jornada, todavía podrá superar la cifra. Atlas, por su parte, es décimo de la tabla, con 21 unidades.