El futbol americano es un deporte que refleja perfectamente la cultura estadounidense y que, año con año, crece en audiencia, espectacularidad y audiencia. El ganador será acreedor del trofeo Vince Lombardi.
Muestra de su aceptación es que el encuentro será transmitido a 223 países de todo el mundo, narrado en al menos 30 lenguas y se espera una audiencia de 300 millones de personas.
Por algo la NFL es la mejor liga deportiva del mundo, la cual ofrece un producto incomparable: grandes atletas, posición por posición tanto a la defensiva, ofensiva y equipos especiales, que sabe amalgamar el deporte y el negocio con el espectáculo. En 2015, el show del medio tiempo, encabezado por Katy Perry, logró lo que un su momento, no pudo el rey del Pop en inglés, Michael Jackson: dar una audiencia de 118 millones de televidentes.
Por otro lado, el futbol americano es un deporte complejo y más si se trata de un deporte profesional comprometido con la productividad, de ahí que sea de comentar el hecho de que en su primer año como head coach, Gary Kubiak haya llevado a los Broncos de Denver al Súper Bowl, cuando normalmente, la asimilación del Playbook (libro de jugadas), lleva a los jugadores, por lo menos, dos años.
Los boletos para el partido entre los Broncos de Denver y las Panteras de Carolina se venden en promedio en 4 mil 957 dólares (cerca de 90 mil pesos), según el sitio de búsqueda de boletos SeatGeek. El valor nominal de los boletos para el Super Bowl de este año va de los 850 a los 1,800 dólares (entre 15 mil 300 y 32 mil 400 pesos), según la mencionada SeatGeek.
El precio es mayor al precio promedio por boleto de 4,672 dólares (unos 84 mil 096 pesos) para la pelea de Mayweather y Pacquiao que se celebró en mayo de 2015 y que hasta ahora había sido el boleto para un evento deportivo más caro de la historia. También supera al precio promedio por boleto de 4 mil 271 dólares (unos 76 mil 878 pesos) para el Super Bowl del año pasado, con el que se impuso un récord en este deporte.
Los boletos más caros vendidos para el partido del domingo fueron un par de asientos cerca de la línea de medio campo y los compró un habitante de San José por 20 mil 500 dólares, poco más de 380 mil pesos.
Para 1984, los precios siguieron siendo moderados, pues se pagaron 60 dólares por los asientos mejor cotizados. El año pasado, en Arizona, fuera de la reventa, las mejores entradas tuvieron un precio de 17 mil 800 dólares. En 2015, cada uno de los jugadores de los Halcones Marinos de Seattle, equipo perdedor, recibieron 49 mil dólares y los Patriotas de Nueva Inglaterra, 97 mil dólares.
Otra comparación: en 1967, 30 segundos de comerciales en televisión costaron 37 mil 500 dólares; en 2015, el precio fue de 4.5 millones de dólares.
Así, dado el creciente proceso de globalización que está viviendo la NFL, en días pasados, en Egipto, un equipo local se enfrentó a otro de Jordania. El Mundial Sub-19 de la especialidad tuvo lugar en Kuwait, y en la conferencia internacional de la liga, Roger Goodell, alto comisionado de la misma, dejó entrever que algún ProBowl puede celebrarse en Brasil, por la alta calidad de sus estadios mundialistas y su creciente afición.